Principal Cuaderno Nº 27 Índices

Toponimia campurriana.
La vegetación I

José Luis Gutíerrez Cebrecos


Continuando con la serie iniciada en el n° 16 de esta revista, trataré en esta segunda entrega de los llamados fitotopónimos (nombres de lugar relacionados con la vegetación) de la comarca campurriana.

GENERALIDADES

Esta familia de topónimos es numerosa, ya que nada más "natural" para designar un lugar que aludir a la vegetación predominante en dicho lugar; más tarde, el nombre del terreno pasa a denominar a la población asentada sobre el mismo. Antiguamente los nombres no eran arbitrarios (como en algunas urbanizaciones modernas llamadas por ejemplo "Los Tamarindos", donde no existe ningún ejemplar de esa especie exótica, distinta de los tamarices o tarayes); por el contrario, eran muy certeros. Así, no es casualidad que por ejemplo en el mirador de La Cardosa, próximo al Puerto de Palombera, existan en la actualidad cardos; igualmente, en Malvedo (Asturias) tiene que haber malvas y en Linares lino (o al menos lo hubo).
Además este tipo de topónimos es universal, pues aparece en todos los idiomas: por ejemplo, al mencionado Cardosa o Cardoso corresponde el francés Chardonnaie; en vasco, Aranzadi/Aranceta equivale a Espinar/Espinedo y Pagoaga a Haedo (=hayedo); Maratón en griego y Funchal en portugués significan lo mismo que Hinojedo o hinojal (lugar de hinojo). El árabe Alhucemas es lo mismo que Esplegares (lugar de espliego). En inglés: Hollywood = Gorostiza/Gorostiaga/Gorostidi = Acebedo/Acebal/Acebosa; Oakland/Oakley = Aretxaga = robledo; Thornton = (Villa) Espinosa. De la misma raíz celta proceden los topónimos York, Evora, Eboli = Yebra (León, Guadalajara, Huesca) que significan "lugar de tejos".
El procedimiento de formación de estos topónimos es uno de los siguientes:
a) Nombre de un árbol característico: El Haya, La Encina,
b) Nombre de la planta en plural: Los Álamos, Nogales.
c) Por lo general, derivación mediante un sufijo; concretamente:
-Sufijo colectivo lat. -etum>cast. -edo; el plural latino -eta dio el castellano -eda (luego considerado como femenino singular). Ejemplos: Pinedo/Pineda; Nocedo/Noceda (Nocito es forma aragonesa), que significan "nogaleda".
-Sufijos -al y -ar: Pinar, ant. Pinal; Melgar = lugar de mielgas o alfalfa (y no de mielgas/(a)melgas o hazas, como piensan algunos) (1). A veces se emplean los sufijos -ero/ -era.
-Sufijos abundanciales -oso/-osa. Suelen aplicarse a plantas menores más que a árboles, sobreentendiéndose un sustantivo masc. o fem.: Tomelloso, Helechosa, Melgosa (= Melgar).
-Los mismos sufijos en plural: Olivares, Henares, Linares, Sebares (del bable "sebe" = seto) (2).
Conociendo esta teoría, es fácil averiguar el significado de muchos topónimos: Están claros Abedular, Avellanedo, Encinar..., pero algo menos claros están Vidular, Ablanedo, Las Ilces (o Incera)..., que son variantes de las mismas palabras, respectivamente; si se conoce la evolución fonética del castellano, puede deducirse que, por ejemplo, Unquera equivale a junquera y Poveda a Chopera. Otros topónimos, sin embargo, requieren mucho más estudio; por ejemplo: ¿qué significa Ajanedo (en Miera), que, por su terminación, también parece derivado de un vegetal? (3).
Vearnos ahora qué topónimos de origen vegetal encontramos en Campoo. El orden de exposición irá, en general, de mayor a menor: de los términos que significan "bosque" a los que se refieren a árboles concretos, arbustos y otras plantas.

SOTO DE CAMPOO

La palabra "bosque" no aparece en castellano hasta el s. XV, tomada del catalán u occitano bosc (del mismo origen que fr. bois, it. bosco, y en lenguas germ. bush, Busch, bosch ...). Las palabras tradicionales para este concepto eran "soto" y "mata" ("selva y "jara" tenían menos uso); también "monte" llegó a adquirir el sentido de "bosque".
SOTO de Campoo es uno de los muchos Sotos que hay en España; en Valdeprado del Río tenemos el diminutivo SOTILLO. (Las formas gallegas correspondientes son Souto y Soutelo/Sotelo). Su significado no ofrece dificultad: Según el diccionario, es "Sitio poblado de árboles y arbustos (especialmente en las riberas o vegas) y sitio poblado de malezas, matas y árboles". (El "soto" gallego se refiere especialmente a carvallos y castaños).
La historia fonética es clara: latín "Saltus"> Sauto> Souto> Soto. La historia semántica es algo más complicada: propiamente significa "salto" (acción y efecto de saltar); de ahí pasó a significar "quebrada, desfiladero" (por el "escalón" que forma el terreno); como estos pasos estrechos suelen estar cubiertos de bosques o pastos (a diferencia de los terrenos abiertos que atraviesan), pasó a significar "pastizal" y, sobre todo en castellano, "bosque" (4).

MATAMOROSA

Ante todo hay que descartar la interpretación de MATAMOROSA como “matanza de moros”; entre otras razones, porque la forma más antigua documentada (en 1202) es "Mata Morosa" y no "Matamoros" (que, a lo sumo, podría haber aludido al sobrenombre de Santiago el Mayor). Por tanto, estamos ante un compuesto romance con elementos bien conocidos: el sustantivo Mata y, concertando con él, el adjetivo Morosa. Vayamos por partes.
"Mata" antiguamente no significaba "planta pequeña", sino "matorral o bosque" (como en portugués mato = selva), de acuerdo con el siguiente proceso histórico: el latín tardío matta (de origen semítico) significa "estera" (como en el inglés actual mat); de esta idea se pasó a la de "cobertura"; de donde, como caso particular: "extensión de monte bajo que cubre el suelo"> "bosque" > "matorral" y finalmente "pie de una hierba" (5). Luego lo más probable es que aquí Mata signifique "bosque", como en Mataporquera = bosque de puercos (o jabalíes) o Mata de Hoz (Valdeolea).
En donde hay discrepancia es en la interpretación de "Morosa". El sufijo latino abundancial -osa (frecuentemente aplicado a plantas menores, p. ej. Ortigosa, Herbosa) es claro indicio de que se trata de una palabra de raíz latina (aunque excepcionalmente también haya derivados híbridos; ver más adelante MORANCAS). Lo más sensato será acudir a lo más "natural", por lo que tal palabra ha de ser "mora". Se llama mora al fruto del moral, de la morera o de la zarzamora. Por tanto Morosa = "abundante en moras". Otros topónimos comparables son, con la misma raíz: Moroso (Valderredible), Moreda, Moraleda, Morero; con otra raíz, Zarzosa (Lamasón).
Otros autores prefieren basarse en la raíz prerromana *mor(r) = "montón de piedras, peñasco", con lo que Matamorosa significaría "bosque pedregoso". Pero a tales raíces sólo se debe acudir cuando no hay referencias románicas, máxime cuando la raíz en cuestión no tiene arraigo en España. Éste es el caso de la raíz citada, ya que algunos de los términos aparentemente relacionados con ella (como morrillo = canto rodado) derivan de la onomatopeya murr (ver Dice. etim. de Corominas s. v. "morro"), otros (como mora = montón de piedras, morra = peña) son italianos, la morrena de glaciar es galicismo moderno, Morón (Sevilla) está documentado como Maurûr... Por todo ello, no creo que la etimología de Matamorosa vaya por ese camino.
En definitiva, la interpretación más probable del topónimo que nos ocupa será: "bosque (o monte bajo) abundante en moras".

MORANCAS

Por su relación con el topónimo anterior, trataré ahora de MORANCAS, cuya etimología no aparece nada clara. Para ir despejando el tema, parece casi innecesario rebatir la falsa asociación de Morancas con la Moroika cántabra mencionada por Ptolomeo, ya que fonéticamente hubiese dado *Morega (o *Moruga); tampoco se ve ahí el nombre de ningún poseedor.
Si nos fijamos en el sufijo, parece que estamos ante una palabra prerromana; luego probablemente también sería prerromana la raíz. En ese caso, se trataría de *mor con el significado de "montón de piedras". Pero no lo creo probable, por las razones ya señaladas al hablar de Matamorosa.
El sufijo -anco(s)/ -anca(s) es, en efecto, prerromano y aparece p. ej. en "lavanco" <ant. navanco <nava y en cat./occ. "calanca" = caleta (en ambos casos, sobre raíces prerromanas); pero se encuentra también aplicado como sufijo vivo a radicales latinos, formando derivados híbridos: pozo>pozanco (también topónimo), Pueblo >*Poblanco> Polanco, potro> potranco; ojo> ojanco (en DRAE: cíclope) >ojáncano (con 2° sufijo prerromano átono); en Campoo tenemos La Joyanca (pronunciación aspirada de La Hoyanca, derivado de Hoya).
Así pues, lo más razonable parece derivar Morancas de "moras", como en el caso de Matamorosa. Aparte de que no se puede objetar nada en los aspectos morfológico o fonético, el argumento más convincente para mí es que la zona en que se encuentra el pueblo se caracteriza más por las zarzamoras que por las piedras.
Ahora surge la duda sobre la interpretación del sufijo -anco/-anca. Según el Diccionario de la Real Academia, "tiene valor generalmente despectivo"; luego no tiene necesariamente ese valor, pues en los ejemplos antes aportados se aprecian los matices ya aumentativo, ya diminutivo, o no se observa ningún matiz especial. En conclusión, Morancas significará "lugar de moras".
También he pensado en la posibilidad de que Morancas estuviese emparentado con la familia de palabras gallego-portuguesas que designan a la "fresa": morango, morogo, morote, morodo, merodio, (meruéndano, que según el DRAE es palabra de Cantabria, Asturias y León, en estas dos últimas provincias también significa arándano). Según Corominas (ib. s.v. "madroño"), estas palabras son prerromanas y no derivan del latín "mora". En vista del alejamiento tanto geográfico como formal, no creo que Morancas pertenezca a esa familia.

SERVILLAS y SERVILLEJAS

Ante todo diremos que SERVILLEJAS es diminutivo de SERVILLAS, sin duda por considerarse un barrio de éste. El estudio etimológico, pues, se centrará sólo en Servillas.
Desde luego hay que desechar, por razones semánticas, las acepciones de servilla que da el DRAE: "tipo de sandalia" y "variante de salvilla" (= bandeja). Hace años, cuando me iniciaba en estos estudios, se me ocurrió una posible etimología que no parecía descabellada: considerar Servillas como diminutivo de servas (grafía antigua de serbas = frutos del serbal); pero no me convencía del todo, ya que lo normal es que en los topónimos de este tipo se empleen los nombres de los árboles o de sus correspondientes colectivos (p. ej. Perales, Peralejos, Peraleda, Pereda ...) y no los de sus frutos (no existe el topónimo Peras). En nuestro caso se hubiese dicho algo parecido a El Serval, como el existente en la provincia de Granada.
Más tarde vi clara la etimología cuando descubrí Silviella en Asturias, que evidentemente es un diminutivo bable (y cast. ant.) del latín (y también cast. desusado) silva = selva; Servillas debía tener el mismo origen. Luego comprobé que Menéndez Pidal había llegado a 1a misma conclusión mucho antes (6). Sólo falta justificar el cambio fonético y aclarar el sentido exacto.
Selvillas cambió a Servillas por disimilación, al coincidir su ele con otra consonante lateral (ele o elle) en la misma palabra. Otros ejemplos: alfil se dijo también arfil; Guillermo viene del etimológico Guillelmo; como ejemplo más similar, la salvilla arriba mencionada tuvo las variantes mozárabes xarviella y servi(e)lla.
El étimo es, pues, "silva"; pero surge la duda de su verdadero sentido en este caso, ya que en gallego-portugués, y en regiones limítrofes (de Asturias a Salamanca), "silva" ha acabado por significar "zarza" (quizá pasando por la idea de "silvestre" o no cultivado). Es verdad que hay zarzas en Servillas, como en casi todos los pueblos; pero no creo que el significado "zarza", propio del occidente de la península, haya llegado hasta Campoo; incluso el Silviella asturiano, por estar en singular, ha de tener el sentido de 'bosquecillo".
En resumen, Servillas (= Selvillas) significa "bosquecillos". De hecho, en el monte a cuyo pie se encuentran Servillas y Servillejas, aún subsisten en la actualidad "bosquecillos" de robles.
Topónimos del mismo origen: De silva, con tratamiento mozárabe, Xelva/Chelva (Valencia); en Galicia: dimin. Silvela (= selvilla), Silvosa (= zarzosa); asimismo con cambio de -l- a -r- y con posterior anaptixis: Xirivella/ Chirivella (Valencia), Chiriveta (Huesca), Chirivel (Almería), etc.

LOS CAJIGALES

Aunque pertenece al apartado de los microtopónimos (que no pensaba abordar en un principio), y su etimología ya es conocida, creo interesante tratar aquí de LOS CAJIGALES, para dar a conocer la etimología de ciertos topónimos similares de origen a primera vista misterioso, sobre los que no he encontrado otros estudios.
"Cajigales" es plural del colectivo "cajigal" (terreno poblado de cajigos o cajigas). El DRAE define el cajigo o quejigo como cierta variedad de roble, Quercus lusitanica, y como "roble que todavía no ha alcanzado su desarrollo regular". En Cantabria, la cajiga es otra variedad de roble: Quercus tozza.
Cajigo/Quejigo vienen probablemente de *caxicu, formado con la raíz prerromana *cax- y el sufijo tónico (quizá celta) -icu. De la misma raíz, pero con sufijo átono -anus, viene el fr. ant. chaisne >fr, chêne = roble (chêne vert = encina). La evolución fonética de *caxicu a quejigo es normal en castellano: compárense taxus > tejo, axis > eje, maxilla > mejilla, etc. Otros topónimos similares a Los Cajigales son: Cajigar (Huesca), Quejigal (Salamanca), (Monte de) Quejigares (Soria)...
Como apellidos están más generalizadas las grafías Cagigal o Cagigas, procedentes de la época en que se escribía "muger, magestad, egecución", etc. (Comp. Escagedo = lugar de escajo). También muchos escriben actualmente "Los Cagigales"; pero, siendo la forma original Caxigales, debe escribirse Cajigales (como lo hace la RAE), ya que la regla ortográfica prescribe la "j" para las palabras que llevan "x" etimológica.
En Cantabria tenemos LA CAGIGOJA (Escalante). Como el sufijo -ojo/-oja (procedente del sufijo dimin. latino -uculu/-ucula) es muy poco productivo en derivados castellanos (aparece p. ej. en "perojo"; en casos como "hinojo", el derivado ya se formó en latín vulgar), creo que se le debe buscar otro origen: será probablemente modificación de *Caxigosa (con sufijo abundancial) en *Caxigoxa (por dilación consonántica), pasando más tarde las dos equis a jotas. Compárense Cagigosa en Asturias (según dice. de Madoz) y el apellido catalán Cagigós (= Cajigoso), que significarán lo mismo.
Otro topónimo cántabro, CACICEDO, que hasta ahora se consideraba de etimología desconocida, se puede explicar perfectamente por esta misma raíz: vendrá de *Caxicedo <*Caxicetum (colectivo de *caxica/*caxicu) (7). Cuando la -x- se pronunciaba como sh inglesa y la -ce- como africada ( -tse- ), es decir con sonidos próximos (fonét. cashitsedo), era muy fácil que se produjese la dilación consonántica x-c > c-c (pronunciándose catsitsedo y posteriormente como en la actualidad) (8).
En cuanto a la terminación, la relación entre Cacicedo y Cajigales es la misma que por ejemplo entre Nocedo y Nogales.
De la misma manera que el latín fraxinus se sincopó y evolucionó a fraisno/freisno > fresno, el supuesto *Caxicetu hubo de transformarse en *Caiscedo>*Quescedo; más tarde, estos nombres colectivos (con el significado de "cajigales") se convirtieron, respectivamente, en CAICEDO (Álava) y QUECEDO (Burgos). Los procesos fonéticos son normales: La síncopa es similar, p.ej., a la de Caricetum > Carcedo = carrizal; la reducción de -sce- a -ce- es como la de nescio> necio, crescer> crecer, descender> decender (así en Berceo).
Otro topónimo de esta familia es QUISICEDO (Burgos), que vendrá de *Quexicedo = lugar de quejigos (aquí no se produjo la síncopa). Curiosamente, este pueblo está próximo a Quintanilla del "Rehollar", que, como veremos un poco más abajo, significa casi lo mismo.
Más aventurado es incluir en esta familia a CALLECEDO (Polaciones). ¿Se deberá esta forma a una confusión ortográfica con *Cagicedo, explicable porque hubo un tiempo en que alternaban formas como mujer/muger y muller/muyer, o se daban dobletes como collecha/cogecha (actual cosecha)? ¿Será quizá ultracorrección a partir de Caicedo, entendiendo Cai como reducción de Calle? No se puede asegurar nada sin conocer las variantes antiguas documentadas, de las que no dispongo.


POLLEDO (con REBOLLEDO e HIJEDO)

En mi anterior artículo mencioné Quintanilla de Polledo al tratar de las "quintanas"; toca ahora investigar el origen de POLLEDO y de otros topónimos relacionados con él.
Morfológicamente, está claro que es un derivado colectivo de "Pollo". Si acudimos al latín, pullus significa "animal o vegetal joven" en general (de ahí la especialización "pollo de ave" y el derivado "pollino"; el asturiano pollascu significa "árbol joven"; latín pullare = brotar, echar renuevos). Como el sufijo -edo es característico de los fitotopónimos, llegamos a la conclusión de que Polledo significará "arboleda joven".
Esta interpretación viene confirmada por el compuesto "pimpollo" <pin(o) -pollo, es decir: "pollo" de pino, pino joven (más tarde su sentido se amplió también a "árbol nuevo"). Es más: en cast. ant. (s. XVI) el simple "pollo" era sinónimo de "pimpollo"; luego Polledo pudo significar "bosque de pinos jóvenes", aunque no es necesario especificar tanto. Dejémoslo, pues, en "bosque joven", que podría ser de rebollos, como vamos a ver.
REBOLLEDO es frecuente nombre de lugar: hay uno cerca de Mataporquera; con otro sufijo, REBOLLAR de Ebro (cerca de Polientes). Son nombres colectivos de "rehollo", que es una variedad de roble (Quercus pyrenaica); pero originalmente los "rebollos" eran los retoños de cualquier árbol, especialmente los de ese tipo de roble, que se caracteriza por desarrollarse muy bien de raíz (9). Por tanto, Rebolledo y Rebollar significan "bosque de rebollos".
Según J. Corominas, "rebollo" es probablemente derivado del mencionado "pullus" en el sentido de "retoño de árbol". Vendría de *repullus (con prefijo re- que sugiere la idea de repoblación o re-nuevo). Por otra parte, el otro derivado "repollo", al principio "retoño de cualquier planta", acabó por especializarse en "retoño de col" y después "col en general".
Creo que con estos dos topónimos, Polledo y Rebolledo, está íntimamente relacionado el monte HIJEDO (Valderredible y norte de Burgos), del que paso a tratar, aunque ya se salga un poco de los límites propiamente campurrianos. La ortografía ha variado históricamente: Higedo, Igedo, Hijedo.
Lo mismo que alternan, p.ej., Hinojedo/Hinojosa, Renedo/Reinosa, Bercedo/Berzosa, también parecen alternar Hijedo e Hijosa (existen Hijosa de Boedo en Palencia y Pico Hijosa en Guadalajara). Es evidente que los sufijos -edo/osa están aplicados en este caso al radical Hij-. ¿A qué se referirá? .
Propongo, a falta de otra explicación, partir de "hijos". Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, hijos, en botánica, son los retoños o renuevos que echa el árbol por el pie. Semánticamente, todo está muy claro: de "hijo humano o animal" se pasó por analogía a "hijo vegetal"; inversamente, "retoño" y "vástago", originalmente pertenecientes al mundo vegetal, se aplican también a la descendencia humana; los árboles "echan hijos", se habla del "tronco familiar"... Existen además los derivados hijuelo/hijato = retoño o renuevo de planta.
Por tanto, Hijedo (y también Hijosa) significará "lugar de retoños" o "bosque joven" (al menos inicialmente) (10). Ya en el
terreno de la hipótesis, y teniendo en cuenta lo que acabamos de decir sobre los rebollos, es muy probable que signifique lo mismo que Rebolledo. Curiosamente, y no será casualidad, la masa forestal del Monte Hijedo se describe en la actualidad como "constituida por roble albar con escasos ejemplares de haya y de rebollo" (M. A. Taborga, El Diario Montañés, 15-VIII-1999).
Topónimos comparables semánticamente a Hijedo y también, según hemos visto, a Polledo y Rebolledo: Talledo (cerca de Castro Urdiales) = lugar de tallos o retoños; Berducedo (Pont. y Ast.) / Berducido (Pont.) / Verducido (Pont.) = lugar de "verdugos" (sinónimo de "retoños"); Renovales (apellido, procedente del topónimo), que es un colectivo de "renuevos" (11).


NOTAS

(1) Es digno de señalarse el reparto especial de estas dos terminaciones: se emplea -al cuando hay una -r- en la raíz de la palabra, y -ar si hay una -l- : muro > mural, mulo > mularr, mora > moral, muela > molar; si no hay -r- ni -l- , se emplea cualquiera de los dos sufijos: manzanal/manzanar.
(2) No creo que deba escribirse "Sevares", como lo hacen actualmente en Asturias, quizá basándose en una antigua grafía con -v- y suponiéndolo derivado de un nombre propio.
(3) Como parece que nadie ha apuntado ninguna etimología, propongo aquí, de pasada, la mía: no será "lugar donde abunda el aján (= clemátide, en Álava, según el Diccionario Espasa), sino más bien se tratará de una evolución fonética irregular de Avellanedo/Ablanedo (a partir de una forma intermedia *A(b)lianedo) o de una modificación de *A(v)llanedo (como en Castejón por Castellón; cf. el doblete "arrollar/arrojar"). De hecho, aún abundan los avellanos en toda aquella zona.
(4) Nada tiene que ver con este "soto" el neologismo sotobosque (vegetación menor que crece bajo los árboles de un bosque) donde soto- es un prefijo equivalente a sub- . Compárense fr. sous-bois e it. sottobosco.
(5) De una variante de la misma raíz, a saber natta, procede el castellano "nata", que es otra "cobertura". En otros idiomas, los sentidos de las dos variantes de la raíz están cambiados: cat. mató = requesón (derivado de la "nata"), fr. natte = estera.
(6) "Orígenes del español", pág 31; donde, como comentario a un documento lebaniego de 1055, dice textualmente: "Silbellas será Servillas, ayunt. de Campó de Yuso, part. de Reinosa".
(7) El derivado colectivo se formó ya en latín sobre Caxica; si se hubiese formado en castellano, el resultado habría sido *Cajiguedo. Comp. *baica > vega > veguilla, frente a *Baica> *Baicella >Vecilla. (La Vecilla = La Veguilla no deriva de veza, como se ha sugerido por algunos).
(8) Otros ejemplos de dilación consonántica son: cedazo < cast. ant. sedaço < lat. saetaceum; el primitivo *axenço (de absinthium) sufrió una doble dilación: por un lado dio axenxo (>ajenjo) y por otro asensio.
(9) La 2ª ac. de este vocablo en el DRAE es: "brote de las raíces del melojo", siendo este árbol igual al rebollo o a la cajiga.
(10) El DRAE sólo recoge, en el sentido vegetal, "hijos", no "hijas"; por eso no me atrevo a incluir con plena seguridad en esta familia al topónimo cántabro HIJAS (Puente Viesgo), que puede tener otro origen. Sin embargo, es posible que el Monte GEDO (cerca de Los Corrales de Buelna) sea reducción por aféresis de Monte o Monti Higedo, aunque habría que comprobarlo documentalmente.
(11) Noval y Novales, aunque tengan la misma raíz, son otra cosa: latín novale = tierra nueva, roturada.




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2003, Jose L Lopez