Campoo se vuelca con San Mateo

Mariaje Sainz-Maza

El 75 aniversario del Desfile de Carrozas será el protagonista de las fiestas de 2017
 
La conmemoración de su 75 ani­versario va a convertir al Des­file de Carrozas Artísticas en el auténtico protagonista de las Fiestas de San Mateo 2017 no solo por la efeméride en sí sino porque, además, recupera, con 9 carrozas inscri­tas, cifras de participación que hace ya un tiempo que no registraba.
 

La producción de cal

Museo Etnográfico El Pajar

Los caleros estuvieron funcionado hasta mediados del siglo XX

 

El complejo del calero estaba formado por la cantera y el horno, dentro de un espacio de trabajo asociado al proceso de producción. La cantera servía para la extracción de la materia prima: piedra caliza o rocas carbonatadas. El horno de cal era utilizado para calcinar la piedra extraída.

Los herreros herradores

Museo Etnográfico El Pajar

La cultura del hierro, forjada a martillazos sobre la bigornia
 
Los herreros herradores formaban parte del grupo de los denominados herreros negros, pues los hierros que forjaban tenían un acabado menos esmerada Su principal actividad era la de herrar las pezuñas de manos y pies del ganado caballar, mular y asnal destinados para la monta, tracción, carga y tiro, y las uñas del ganado vacuno destinado al transporte o a trabajos en el campa Para ella los herreros fabricaban una gran variedad de herraduras y callos con diferentes formas y medidas, con sus correspondientes clavos para su fijación.

Los herreros blancos

Museo Etnográfico El Pajar


La cultura del hierro, forjada a martillazos sobre la bigornia

Se llamaba herreros blancos  a aquellos hombres que forjaron la cultura del hierro a golpe de martillo sobre la bigornia, trabajando de sol a sol, dándole al hierro la forma deseada o fusionándolo y templándolo para mayor resistencia, y eficacia tanto en el roce con" en la realización de su corte. En las ordenanzas concejiles y en el Catastro llamado del Marqués de la Ensenada se cita al herrero como 'hijodalgo de oficio'
Ser herrero requería fuerza y destreza para el trabajo en la fragua. Se necesitaba tener una habilidad que debía unir un procedimiento preciso y una ejecución ágil basada en la experiencia que de generación en generación, de forma tradicional, ha venido practicándose con habilidad y observación. Son cualidades que determinan la calidad de su trabajo, ingeniado con los medios que el herrero tiene a su alcance para poder ejecutar el arte de hacer cantar el martillo sobre el yunque o bigornia a ritmo de una o dos personas para transformar el metal caliente hasta conseguir la forma deseada con producciones unitarias bajo encargo.

La fragua, eje del progreso en el mundo rural

Museo Etnográfico El Pajar

Utensilios y herramientas de un trabajo ya olvidado

La fragua era el lugar donde se realizaban todos los utensilios de hierro necesarios tanto para el menaje doméstico como agrícola-ganadero y las herramientas y materiales auxiliares para los trabajos de carpintería, cantería y molienda.

El trabajo de los herreros propició una mejora del mundo rural y un adelanto progresivo tanto en las labores artesanales, como la adecuación de la vivienda y la sustitución de los rudimentarios aperos de labranza de madera por los de hierro, facilitando la ampliación y el progreso en el cultivo de la tierra con menor esfuerzo.

Peregrinación y peleas de toros en Montesclaros

Museo Etnográfico El Pajar

Un rito necesario para comprobar la bravura de los sementales
 
El Concejo de Los Carabeos tenía como fecha de peregrinación vo­tiva a la Virgen de Montesclaros el día 7 de mayo. Esta fecha se tras­ladó después al 15 de mayo, festi­vidad de San Isidro Labrador. Ac­tualmente se celebra el domingo más próximo a esta fecha.
 
Cada año, uno de los tres ba­rrios que componen el concejo: San Andrés, Arroyal y Barruelo, era el anfitrión y portaba su estan­darte (pendón) y la cruz que pre­sidía la procesión. El estandarte lo portaba el mozo mayor y era acompañado por otros dos para su manejo, que guiaban los cordeles para mantenerlo en posición. Par­tían por la mañana todos los pere­grinos en procesión rezando el ro­sario, presidida por uno de los pá­rrocos del lugar. Cuando se termi­naba de rezar se deshacía la pro­cesión y al llegar al término deno­minado el Cañón, se volvía a for­mar caminando con cánticos de alabanza a la Virgen.

Del artesano al remendón

Museo Etnográfico El Pajar

Casi una veintena de zapateros ejercían su oficio en la Merindad Campoo en el primer tercio del siglo pasado
 
En el Anuario de Santander perte­neciente al primer tercio del siglo XX figuran en la Merindad de Cam­poo casi una veintena de artesanos zapateros: en Reinosa, García (Viu­da de Nemesio) y Gutiérrez (Viu­da de Salceda Marcelino). En Matamorosa, Jesús Fernández; en Las Rozas de Valdearroyo, Francisco González; en Mataporquera, Lean­dro González; en Polientes, Deme­trio Salgado; en Bárcena de Ebro, Julián Alonso; en Rocamundo, Pa­cifico Corada; en Ruerrero, Maxi­mino Garrido y en San Martin de Elines, Tomás Herrero. También figuran como alpargateros en Pes­quera, Francisco González; en Ro­camundo, Joaquín Pérez; en San Martín de Elines, Hermógenes Alonso, Pedro Peña y Minervino Saiz, y en Villamoñico, Chicote y Hierro hijos.

Vías que unen

Museo Etnográfico El Pajar

Siete empresas llegaron a ofrecer líneas de autobús en la comarca para completar al ferrocarril
 
Viejas sendas, cordadas, carrales, vías antiguas de herradura, calzadas, caminos y cañadas dieron paso a las calzadas romanas, en un principio realizadas por los legionarios para unir las ciudades conquistadas, siguiendo este modelo de construcción hasta la Edad Media, cuando pasaron a ser rutas más transitadas y seguras, entre los núcleos de población. Estas rutas ofrecían a sus transeúntes portalones, tabernas, ventas y hospitales donde descansar y soltar los animales; por ellas pasaban soldados, viajeros a pie, con cabalgadura o en carruajes, rebaños de ganados, caravanas de mercancías comerciales... Todo un trasiego que era portador de culturas, costumbres y tradiciones, donde se mezclaban formas de vida, lenguaje, creencias y folklore.
 

Los juegos de la tradición

Museo Etnográfico El Pajar

La imitación de los mayores, clave de su desarrollo
Toda civilización nace, crece y evo­luciona de acuerdo con las costum­bres y tradiciones que se desarro­llan en ella. Sus pobladores van adaptando sus leyendas y juegos a los cambios que se producen en su contexto geográfico, social y cultural. En este contexto debe­mos situar los juegos tradiciona­les que surgen en el medio rural, de costumbres pastoriles y de su relación con las labores agrícolas y ganaderas, Estos juegos se han transmitido oralmente de genera­ción en generación, marcados en un modo cíclico por las horas del día o las estaciones del año. A tra­vés de ellos el niño explora, arries­ga, imagina, desafía y aprende comportamientos y reglas crean­do sentido de comunidad, apren­diendo de sí mismo, y de los de­más.

Siderurgia en Campoo

Museo Etnográfico El Pajar

Las ferrerías del siglo XVIII, precursoras de la moderna forja
Un paseo entre las doce escultu­ras que se encuentran en la ribe­ra del río Ebro en pleno corazón de Reinosa da pie a la meditación acerca de la siderurgia en nues­tra Merindad. Su creador, el escul­tor Agustín Ibarrola, junto con los profesionales del taller de gran forja de Gerdau, han reflejado las características físicas y la forta­leza de las gentes que trabajaron y forjaron el hierro.
 

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