Cine y zona

Rodolfo Montero

 
El cine como instrumento de promoción y desarrollo del sur de Cantabria.
 
Desde niño el camino de la vida me ha parecido singular y apasionante. Gracias a Dios, la familia y los afectos puedo decir con firmeza y humildad que he hecho de mi pasión mi forma de vida.
 
Vaya por delante que mi pretensión en este ar­tículo; antes conferencia o ponencia, no está en sentar cátedras sobre nada, pero sí generar una re­flexión amplia, lógica y emocional de los que se acerquen a su lectura.
 
La propuesta metodológica clásica de hipóte­sis, observación, comparación, debate y reflexión o refutación no va a ser la utilizada, pero lejos de desdeñarla, será tenida muy en cuenta en todo mo­mento de una forma informal y literaria.
 
  
 
Vivimos en una cultura donde las tecnologías audiovisuales se han desarrollado enormemente. Es la era de la imagen. La imagen hoy en día es un elemento imprescindible de expresión, de aprendi­zaje, de promoción y de debate.
 
Desde hace algunos años se usa el cine como apoyo didáctico en la educación en valores y temas transversales. En España, diversas instituciones públicas, privadas y no gubernamentales, han co­menzado a ofrecer recursos didácticos y de promo­ción para abordar mediante el cine determinados temas o problemas de importancia social, como por ejemplo la sensibilización con el medio ambiente, la despoblación rural, la salud, etc.
 
Nadie duda que Cantabria, y en especial el sur de la región por sus atractivos paisajes, por sus gen­tes, por su riqueza patrimonial, cultural e histórica es un lugar con grandes posibilidades para llevar a cabo propuestas audiovisuales y concretamente cinematográficas. Es un lugar de cine, y cuando digo "de cine" lo digo en toda la extensión semántica del término. Desde siempre se ha acuñado el "de cine" como algo extraordinario en positivo. "Ce­namos de cine"," lo pasamos de cine" o "el equipo jugó de cine". Esta aparente simpleza me lleva a creer y generar vasos comunicantes entre sectores, en este caso el sector cinematográfico con el sec­tor turístico. Desde nuestra productora CREACCION FILMS ya desde hace algunos años venimos desa­rrollando una línea de trabajo basada en el cine y en la promoción de productos turísticos a partir del patrimonio y los recursos singulares de nuestro te­rritorio. Dentro de este contexto la vinculación del sur de Cantabria con los rodajes cinematográficos, se constituye como un nuevo producto a desarro­llar en el presente.
 
  
 
Considero que la Unión Europea en sus pro­gramas de desarrollo rural 2009-2015 abre grandes posibilidades para poner en valor territorios poco conocidos como el nuestro a través de los grandes recursos cinematográficos que poseemos.
 
Como productor cinematográfico no me voy a extender, ni exageraré si digo que un radio de 50 km tenemos todo lo que puede necesitar una pelí­cula de calidad en exteriores: Desde los páramos de la Lora que parecen un paisaje africano a los bos­ques del Alto Campoo que bien pudieran parecer un paisaje centroeuropeo o americano del norte, o el pantano del Ebro que bien pudiera ser un lago suizo. Juega además a favor de la producción que el sur de nuestra región no es abundante en preci­pitaciones, sobre todo de lluvia que tan de cabeza nos trae a los hombres de producción. En cuanto a patrimonio cultural e histórico tenemos desde el paleolítico, pasando por Roma, el Paleocristianismo, el Románico hasta la era Industrial. Hemos de reconocer que cualquier tipo de patrimonio por el echo de serlo, debe ser tratado con el debido respe­to y sensatez que se merece y pongo la mano en el fuego que así lo hacen los técnicos cinematográfi­cos por su buena preparación y sensibilidad. Ni que decir tiene que esa preparación de la que hablo se adquiere con el tiempo, y esa sensibilidad es acorde a la profesión que se ha elegido. Quiero recordar y expresar mi alegría porque de nuestro territorio ya hay en la cinematografía española un ramille­te de expertos en producción, decoración, casting, vestuario, etc. Casi todos ellos tuvieron su primera oportunidad en rodajes que se han realizado en la zona y tengo el honor de haber apadrinado a mu­chos de ellos. Desde la etapa de "Mar de Luna", pasando por "el Invierno de las Anjanas", "Código Natural", "En la Cuna del Aire", o los más recientes "El Prado de las Estrellas" o "Las Tierras Altas" se ha conseguido algo impensable en épocas pasadas que es preparar profesionalmente a personas que hoy en día han hecho del cine su trabajo y su pro­fesión.
 
Como productor también y más aún como valluco mi pretensión (porque soñar es fundamental) es incorporar a Campoo-Los Valles al grupo selecto de la red de zonas y ciudades del cine que repor­tará al territorio beneficios significativos como la presencia de nuestro territorio en mercados y fes­tivales nacionales e internacionales donde se ex­pondrán también los materiales promocionales de nuestra comarca.
 
El cine se ha convertido en una de las mejo­res fórmulas para promocionar un destino, incluso las revistas especializadas en turismo hablan del turismo cinematográfico como un nuevo recurso y reclamo explícito y extraordinario. Para dar un ejemplo de lo expuesto anteriormente diré que en San Martín de Elines, al lado de la colegiata hemos llevado a cabo una intervención donde conjuga­mos cine y patrimonio. Se trata del Hotel Rural "LA ROMANIKA DE FELLINI", donde cada una de las suites o apartamentos tienen el nombre de una pe­lícula española legendaria (El Sur, Volver, El Efecto Iguazú, La Colmena, La Vía Láctea, Amantes, Belle Epoque, El Dorado), y donde en honor a la verdad la mayoría de los clientes eligen el apartamento sensibilizados con sus gustos cinematográficos.
 
  
 
El cine, además no solo influye en la promoción y en la mejora de la afluencia de viajeros hacia un destino sino que también es importante el impacto económico de un rodaje para una zona en concre­to, los gastos de producción son muchos y localiza­dos principalmente en el rodaje: Hoteles, catering, contratación local, alquileres varios, etc. La cadena de valor que se genera con el cine empieza en el momento en el que el director y el productor deci­den donde se va a rodar la película.
 
Con todo lo procedente se explica que el cine beneficia al turismo y a la economía local en ge­neral, por tanto sería deseable que las instituciones públicas y privadas así como nuestros conciuda­danos estimulásemos y propiciáramos rodajes en nuestro hermoso sur para en un futuro ser mejor conocidos, entendidos e interpretados.