Vecinos de Las Rozas en circunstancias insólitas

Rubén Gutiérrez Rapp

INTRODUCCIÓN
 
Este relato sólo se refiere a un grupo reducido de personas a las que las circunstancias, a veces hostiles, pusieron en situaciones que difícilmente hu­bieran imaginado.
Los pueblos que se citan (Las Rozas, Arroyo, Medianedo...) pertenecen al municipio cántabro de Las Rozas de Valdearroyo.
 
 
SERVICIO MILITAR EN LA GUARDIA CIVIL DE CUBA
 
Juan Lantarón Álvarez nació en Arroyo el 28 de di­ciembre de 1866 (día de los Santos Inocentes). A los 19 años es "inscrito y declarado soldado por su cu­po y reemplazo con arreglo a la ley de 28-8-1878 y reformada por la de 8-1-1882". Entra en Caja en marzo de 1885, "quedan­do filiado para servir en clase de soldado por 12 años contados desde que entró en Caja". Posteriormente pasó al batallón de de­pósito de Santoña, donde "se le leyeron las leyes penales, sufrió el sorteo para Ultramar y le correspondió servir en dicho Ejército con el n°225". El reemplazo procedente de la península embar­có para ultramar en el vapor correo Ciudad Condal, llegando al puerto de La Habana el 28 de diciembre de 1886 (día de los San­tos Inocentes).
 
El Cuerpo de la Guardia Civil se crea en España en 1844 y su despliegue llega a Cuba cuatro años después, consolidándo­se en 1854 con el Batallón de la Guardia Civil.
 
Juan fue "destinado a la 1a Compañía de esta Comandan­cia de Guardia Civil en Cuba en la que deberá servir cuatro años desde la fecha de su embarque. Se incorporó y fue destinado a San Vicente, cabecera de su compañía con objeto de aprender sus obligaciones, donde continuó hasta el trece de febrero que fue dado de alta y pasó al puesto del Cobre a prestar el servicio del Instituto".
 
El 14-2-1888 embarcó en el vapor Mortera con dirección a La Habana "y a su llegada a la misma fue destinado a la Co­mandancia de Colón, pasando al puesto denominado Potrero de Galdós donde quedó prestando el servicio del Instituto".
 
El Cobre, en la provincia de Oriente, fue un importante cen­tro minero de donde se extraía el mineral para calderas y otros utensilios de la industria azucarera, para piezas de artillería, y durante algún tiempo para la exportación. En Colón hacia 1830 -1840 se forma un centro azucarero cuya primacía durará varios años.
 
Hoja de servicios de Juan LantarónEn julio, Juan pasó "a prestar servicio del Instituto al puesto del Zarzal". Continuó "en la anterior situación prestando los servicios de Instituto hasta el cuatro de diciembre, que en virtud de cumplir su compromiso el día diez y nueve del mismo se dis­puso su incorporación a esta Capital con el fin de expedirle su li­cencia absoluta y verificar su embarque para la Habana cau­sando baja definitiva en esta Comandancia por fin del mismo. Va ajustado y satisfecho de cuantos haberes y demás goces le han correspondido hasta su baja y durante su permanencia en el ser­vicio ha observado buena conducta por lo que tiene derecho a nuevo ingreso en el Cuerpo siempre que en su vida civil no desmerezca. Explorada la voluntad de este individuo donde desea fijar su residencia ha manifestado que en Arroyo provincia de Santander". Santiago de Cuba 19 de diciembre de 1890.
 
No fueron los años más violentos los que Juan estuvo en Cu­ba. Entre 1878 y 1895 hay un periodo de tregua en las revueltas insurreccionales de la isla. Durante este periodo fue abolida la es­clavitud (1886), aparecieron los primeros partidos políticos en la isla (1878), y sobre todo, se produjo la penetración de capital nor­teamericano en las industrias azucarera y minera. En 1884 EE.UU. absorbía el 85% de los productos cubanos, vendiéndose a otros países, incluida España, el 15% restante; de la industria azucare­ra EE.UU. adquiría el 94% y el resto, incluida España, el 4%.
 
Por tanto, siendo Cuba colonia española, no estaba en ma­nos de ésta el control económico de la isla, sino de EE.UU. Dándose el caso de que Cuba va a tener una doble dependencia: po­lítica de España y económica de EE.UU.
 
Cinco años después de que Juan abandonase la isla, en 1895, se inicia una insurrección independentista que se va a prolongar hasta que en 1897 España decreta la autonomía. Pero el 15 de febrero de 1898 se produce la voladura del acorazado Maine en la bahía de La Habana, lo que dará pie a la intervención de EE.UU. El 10 de diciembre de 1898, se firma en París el tratado de paz entre España y EE.UU. por el cual España renunciaba a su dominio sobre Cuba y se establecía la ocupación de la misma por EE.UU. Así mismo, España abandonaba Puerto Rico, Filipi­nas y la isla de Guam.
 
Juan falleció en Arroyo el 15 de abril de 1954. Tenía seis hi­jos, a uno de ellos, Abel, le veremos con los mineros emigrados a Cataluña.
 
 
MINEROS EN CATALUÑA, CONFLICTOS DE LOS AÑOS 30
 
La crisis de final de los años 20, el cierre de las fabri­cas de vidrio, su repercusión en las minas y la inclu­sión de éstas en el área anegable del pantano del Ebro, dieron lugar a que los mineros de los pueblos de Las Ro­zas de Valdearroyo tuvie­ran que emigrar hacia otros lugares.
 
Algunos mineros de Las Rozas, Arroyo, Medianedo... (Abel Lantarón, Aurelio Ceballos, Ci­priano Porras, Marcelino Gutiérrez...) por consejo de Emilio Valle, empresa­rio minero en Las Rozas, fueron a Cataluña a don­de llegaron con sus fami­lias. Algunos niños como Piedad, hija de Aurelio hicieron allí su primera comunión. Otros nacie­ron allí, Luis hijo de Abel nació en 1928 en Tost; Aquilino hijo de Marceli­no, y que más tarde en­contraremos en Las Anti­llas, nació en 1931 en La Freita. Sin embargo, las condiciones de trabajo, el sueldo y los acontecimientos de 1932 en la cuenca minera del Llobregat harán que emigren nuevamente.
 
Ante las malas condiciones de vida, la explotación, los obs­táculos para las actividades sindicales, la dureza de las empre­sas mineras y el hambre, se produce entre el 19 y el 24 de enero de 1932 en la cuenca minera del Llobregat un movimiento insu­rreccional frente a la incipiente II República, promovido por la oposición anarquista.
 
El día 19 los mineros inician una huelga en Figols, la cual se extendió rápidamente. Los mineros se apoderaron de los ayun­tamientos de Fígols, Berga, Sallent, Cardona y Suria, siendo el primer ensayo de proclamar el comunismo libertario. La rebe­lión se extendió hasta Manresa.
 
El presidente del gobierno en aquel momento, D. Manuel Azaña ordena al general Domingo Batet, al mando de la IV Re­gión Militar, aplastar el levantamiento. La insurrección es sofo­cada rápidamente. El día 24 las tropas entran en Figols, el últi­mo reducto de los su­blevados. Para el día 25 ya se había restable­cido el orden.
 
Los ayuntamien­tos en su mayoría regi­dos por ERC (Esquerra Republicana de Cata­lunya) reunidos en pleno, acuerdan felici­tar al gobierno por la forma de sofocar el movimiento. El ayun­tamiento de Cardona, regido por la Lliga Regionalista, se reúne el día 29 y aprueba feli­citar al gobierno por la represión, se advierte al presidente de la so­ciedad Casa del Poblé que no se presten los locales para reuniones obreras; ERC propone dar un rancho a los soldados, cinco pese­tas y hacer una fiesta en su honor. (1)
 
Una vez resuelta la insurrección, el gobierno, sirviéndose de la ley de Defensa de la República del 21 de octubre de 1931, que esta­blecía la posibilidad de deportar fuera de España a aquellos que amenazaran la estabilidad del nuevo régimen, deportará a 104 detenidos. En febrero salen de Barcelona en el vapor "Buenos Aires", escoltado por el acoraza­do "Cánovas". Tras recoger otros presos en Cádiz, pasará por Canarias, Fernando Poo y llegará a la colonia penitenciaria de Villa Cisneros en el Sahara casi dos meses más tarde, el 3 de abril. En este penoso viaje, algunos presos enfermaron gravemente, uno falleció y otros fueron liberados en el trayecto. Entre los mineros deportados estaba Abel.
 
Vivan los deportadosLa CNT declaró la huelga general como protesta por las de­portaciones.
 
Pilar Alonso, mujer de Abel volvió a Arroyo, a los pocos me­ses lo hizo Abel.
 
La deportación de los mineros en el Sahara terminó al deci­dir el gobierno enviar allí a los militares sublevados en el inten­to de golpe de estado dirigido desde Sevilla por el general José Sanjurjo.
 
El 10 de agosto de 1932, el general Sanjurjo encabezó una sublevación que también fracasó rápidamente. El general fue de­tenido en Ayamonte cuando se dirigía a la frontera portuguesa acompañado de su hijo, el capitán Justo Sanjurjo y del entonces teniente coronel Emilio Esteban Infantes.
 
El 24 de agosto serán juzgados los civiles y militares impli­cados en la sublevación. Tras ser condenados, 145 de ellos son enviados también a Villa Cisneros.
 
Para ello, a los deportados por los sucesos de enero en la cuenca del Llobregat se les trasladó a Fuerteventura. En sep­tiembre fueron liberados.
 
El general Sanjurjo será condenado a pena de muerte, la cual le fue conmutada por cadena perpetua, ingresando en el penal de El Dueso para cumplirla. En 1933 fue excarcelado estable­ciéndose en Portugal. Morirá el 20 de julio de 1936 en Estoril al estrellarse la avioneta que le trasladaba a Burgos para unirse a la sublevación del 18 de julio.
 
El capitán Justo Sanjurjo, fue detenido en el balneario de Corconte el 19 de julio de 1936. Morirá asesinado el 6 de agosto en el hospital de Reinosa donde estaba convaleciente.
 
Durante la II Guerra Mundial, Esteban Infantes relevó al ge­neral Agustín Muñoz Grandes al mando de la División Azul en el frente ruso, donde veremos a vecinos de Las Rozas de Valdearroyo en ambos bandos.
 
 
EN EL FRENTE RUSO
 
En 1937, durante la Guerra Civil, un grupo de niños de Arroyo y de Las Rozas fueron enviados a unas colonias infantiles en Laredo. Con el avance del frente esos niños no pudieron volver a sus casas y para salvar­los de la guerra fueron llevados hacia Asturias, de Gijón los sacó un barco francés y desde Francia, otro barco los trasladó a la Unión Soviética.
 
En la noche del domingo 22 de junio de 1941,119 divisiones de infantería y caballería alemanas, 19 divisiones acorazadas y 15 motorizadas, con 3-300 carros de combate y más de 2.000 aviones, además de 18 divisiones finlandesas y 12 rumanas con un total que superaba los tres millones de soldados, atacan las fronteras de la Unión Soviética. Dos de estos niños de Arroyo, Néstor y Eloína, quedarán cercados y serán testigos del Sitio de Leningrado.
 
En España, algunos dirigentes falangistas tienen la idea de formar un grupo de voluntarios para ir a luchar contra la Unión Soviética. Así se forma la División Española de Voluntarios, más conocida como División Azul. De ella va a formar parte Octavio Nestar, que vivía con su madre Palmira del Valle, una mujer viu­da que regentaba la panadería de Las Rozas. El 13 de julio de 1941 salió el primer tren de voluntarios para pasar unas semanas de instrucción en Grafenwóhr (Alemania).
 
Con un potencial bélico tan potente, se esperaba la rá­pida entrada de las tropas ale­manas en Moscú, de ahí la pri­sa de la División Azul por llegar al frente y participar junto con los alemanes en el desfile por la calles de la capital so­viética. Por eso sin haber completado el tiempo de pre­paración en Grafenwóhr y sin esperar a tener medios de transporte que los trasladen, se disponen a partir al frente haciendo gran parte del cami­no a pie. Antes de llegar a su destino, el Alto Mando ale­mán decide que cambien el sentido de la marcha y que se dirijan al norte, hacia Leningrado donde se precisan re­fuerzos, ya que el jefe de los Ejércitos del Norte, el mariscal Von Leeb, no ha conseguido conquistar la ciudad y han de­cidido rendirla por hambre y bombardeos en lo que será uno de los asedios más largos de la historia, que llegará a durar treinta meses, sin que al final consi­gan su rendición.
 
 
Néstor en LeningradoLa División Azul es asignada para mantener cortadas las principales vías de comunicación (carretera y ferrocarril) entre Moscú y Leningrado en el sector de Nóvgorod, a poco más de cien kilómetros al sur de Leningrado, junto al lago limen don­de la División Azul llevará a cabo alguna de sus gestas más co­mentadas.
 
Octavio, herido, fue repatriado a España viviendo en Las Ro­zas donde se recuperó.
 
Néstor, como otros chicos españoles, se aumentó la edad pa­ra ir voluntario al frente donde estuvo como sanitario, tenía 15 años. Al ser herido, descubrieron su edad y le devolvieron a la Casa de Niños siendo posteriormente evacuados al Cáucaso. Allí paracaidistas del ejército alemán les hicieron prisioneros. Nés­tor fue entregado a la delegación de Falange Española en Berlín para su repatriación. Al llegar a España, fue internado en un cen­tro de La Junta de Protección de Menores, impidiéndole regre­sar a su pueblo y vivir con sus padres. (2)
 
En agosto de 1942 el Al­to Mando alemán decidió el traslado de la División Azul a los arrabales de Leningra­do. En 1943 el General Agustín Muñoz Grandes se­rá relevado tras año y medio en el frente ruso por el ge­neral Emilio Esteban Infan­tes, hasta entonces jefe del Estado Mayor del IV Cuerpo de Ejército. El mando de la División estaba situado en el palacio de Catalina II en la aldea de Pushkin. En esta al­dea próxima a Leningrado fueron acogidos antes de la guerra los niños españoles más pequeños que llegaron a la URSS. Entre ellos Fausti­no Bayón, de Las Rozas, evacuado con cinco años, que estudiará Arte y trabaja­rá decorando las estaciones del Metro de Moscú. Fausti­no no pudo regresar a Es­paña hasta que estuvo jubilado y sólo pudo hacerlo por un mes. (3)
 
 
GENEROSIDAD EN LAS ANTILLAS
 
Marcelino Gutiérrez, que como hemos visto antes, había ido de Medianedo a trabajar a las minas de Cataluña, al volver fue a trabajar como guarda a una finca próxima a Pedreña, propiedad de José Portillo Rubalcaba, el cual era familia del conde de Romanones y su mu­jer Fuensanta Valcárcel y Fontes era tía de Alejandro Rodríguez de Valcárcel, quien siendo presidente de las Cortes y del Con­sejo de Regencia tomó juramento a D. Juan Carlos I como Rey de España.
 
José y Fuensanta tuvieron tres hijos sacerdotes jesuitas y dos hijas monjas Esclavas del Sagrado Corazón. Posiblemente por in­fluencia de éstos, Marcelino mandó a sus hijos Ignacio y Aquili­no a estudiar con los jesuitas a Carrión de los Condes.
 
Aquilino en Las AntillasA los 16 años Aquilino decidió seguir el noviciado en Salamanca para terminarlo en 1947 en El Calvario (La Habana, Cu­ba) donde hizo sus primeros votos.
 
En esa época Cuba pertenecía eclesiásticamente a la Viceprovincia de Las Antillas, que dependía de la Provincia de León (España).
 
En Cuba, Aquilino estuvo trabajando como cocinero y en­cargado de la granja, pasando en 1957 al Colegio Belén de Marianao, donde permaneció hasta su salida a Miami en 1961.
 
El Colegio Belén fue creado por Real Cé­dula de Isabel II en 1852, comenzó a funcio­nar en marzo de 1854 en un local de La Haba­na que antes ocupaba el ejército español. Allí, un profesor jesuita creó en 1857 un Observa­torio Meteorológico, que se convirtió en la principal fuente de información sobre los ci­clones tropicales. En los años 20 los jesuitas decidieron construir un nuevo local, mucho más grande en el municipio de Marianao (La Habana) a un precio que superaba el millón y medio de dólares. Allí estudiaron, entre otros alumnos, Roberto Críspulo Goizueta, que fue el Presidente de la Junta Directiva y Director General de The Coca-Cola Company desde 1980 hasta su muerte en 1997; y Fidel Castro, quien lo nacionalizó en 1961 para convertirlo en Instituto Téc­nico Militar, por lo cual los jesuitas tuvieron que marchar a Miami.
 
Posteriormente, Aquilino continuó su labor en la Repúbli­ca Dominicana, donde a partir de 1964 salvó de la crisis a la comunidad jesuita. Durante su estancia en Cuba en los años 50, Aquilino hacía helados creados por él sólo para la Comu­nidad. En abril de 1965, se produjo la invasión por soldados americanos de la República Dominicana. Aquilino, aprove­chando una vieja heladera, comenzó a fabricar helados en el sótano de la Comunidad de Manresa Altagracia y a comercializarlos, pudiendo así superar las dificultades económicas que pa­decían. Esto hizo que la Curia Romana, a partir de 1968, siendo ya Provincia de Las Antillas, aprobara la licencia para fabricar helados y lle­garan incluso a tener varios empleados. La Hela­dería Manresa fue vendida a finales de los ochenta. Aquilino generosamente había puesto todo su trabajo y su ingenio al servicio de la Co­munidad ofreciendo la total disponibilidad de la heladería. Murió en la República Dominicana en el año 2004.
 
 
COMPROMISO EN EL CARIBE
 
Cuando se produce la revolución cubana en 1959, el  25% de la población era analfabeta, alcanzando esa cifra el 40% en la zona rural. El 64% de los niños del campo carecía de escuelas.
 
Una de las primeras cosas que se propone el nuevo régimen es terminar con el analfabetismo y la ignorancia en el país, ya que supone uno de los principales enemigos del progreso.
 
Todos los países de América, salvo Méxi­co y Canadá, rompieron relaciones con Cuba. El Che Guevara visitó Moscú buscando ayuda. En Moscú vivía Eloína, que había salido de Arroyo en 1937 siendo una niña y fue evacua­da con otros niños de Las Rozas a la Unión So­viética (3). Eloína abandonó su vida tranquila y su cátedra en la Universidad de Moscú para ir a formar profesores en la Universidad de La Habana, quienes a su vez formarían maestros que ayudarían a terminar con el analfabetismo en la isla.
 
Eloína en La HabanaEl año 1961 es declarado en Cuba el Año de la Alfabetización, los resultados fueron bri­llantes. Las banderitas que se izaban en las casas anunciando que ya eran "territorios libres del analfabetismo" crecían de día en día. Pronto empezaron a aparecer esas banderas en los pue­blos, municipios y provincias. Y por último fue en La Habana donde el 22 de diciembre de 1961 se izó la bandera que anun­ciaba a todo el mundo que Cuba ya era territorio libre de anal­fabetismo. Desde entonces ese día se celebra en el país el Día Nacional del Educador.
 
En Cuba vivió Eloína junto a otras grandes dificultades y ries­gos: la invasión de Playa Girón y Playa Larga (en la Bahía de Cochinos) y la llamada "Crisis de los Misiles" entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, que a finales de 1962 puso al mundo al borde de la guerra atómica. En la universidad de La Habana eran conscientes del riesgo al que ex­ponían, no obstante los profesores estaban dis­puestos a defender la isla y a correr la misma suer­te que los alumnos a quienes habían ido a ayudar. Unos años más tarde Eloína abandonó la isla, cuando las enfermedades tropicales que habían deteriorado seriamente su salud le impedían se­guir trabajando allí. En la despedida, sus alumnos le regalaron las Poesías Completas de José Martí "Como testimonio de un lazo que se ha gestado para no que­brarse jamás". Eloína tuvo que volver a Moscú ya que las auto­ridades españolas no le permitían el regreso a su país (3).
 
 
EXTERMINIO EN MAUTHAUSEN
 
De todos los personajes citados en este relato, po­siblemente el más desafortunado sea Victoriano Estalayo Montes. Victoriano nació en enero de 1913 en Las Rozas. Participó en la Guerra Civil española apa­reciendo su nombre en los Diarios Oficiales del Ministerio de Defensa por los ascensos conseguidos en 1938 y en 1939. Tras finalizar la guerra se refugió en Francia. Posteriormente estuvo detenido en la prisión de Trier, la ciudad más antigua de Ale­mania, situada muy cerca de la frontera con Luxemburgo. De allí fue enviado a Mauthausen el 28 de junio de 1941 con el n° de matrícula 5160. En el verano de 1941 había ya 8.000 espa­ñoles en el Campo de Mauthausen. Durante el mes de junio una de cada cuatro defunciones correspondía a un español, en oc­tubre era de tres de cada cuatro y en diciembre del mismo año el número había ascendido a 4 españoles de cada 5 fallecidos. Y lo que no hacía Mauthausen, lo hacía Gusen, uno de los cam­pos anexos situado a 5 km. Creado en 1939, era al mismo tiem­po un complejo de canteras, centros de producción de arma­mento, etc. Ningún prisionero de los destinados allí volvía al campo central. El régimen de vida era aun más draconiano, du­rante los años 1941 y 1942 allí fueron eliminados la mayoría de los españoles tras haber sido agotados físicamente en Maut­hausen. Victoriano murió en Gusen el 30 de noviembre de 1941. Hoy una placa en el Campo dice: "España a sus hijos ca­ídos en Mauthausen. 2 febrero 1978". Uno de ellos es este hombre de 28 años nacido en Las Rozas de Valdearroyo.
 
 
EPÍLOGO
 
Estas personas pertenecen a una región cuya histo­ria, desde Altamira hasta nuestros días, ha sido rica en personajes y acontecimientos.
 
De ahí la necesidad de un archivo de testimonios tanto ora­les como escritos; de la recuperación de documentos persona­les, fotografías, correspondencias, diarios y memorias de los acontecimientos que marcaron la vida de nuestros predecesores más próximos (emigraciones, oficios, exilios, supervivencia, etc.).
 
Lo que se puede aprender con esas historias, puede ser ade­más de interesante, aleccionador. Por eso, el agradecimiento a las personas que han guardado tantos recuerdos.
 

NOTAS
 
(1) Estudios de Historia social "Cronología de una insurrección: Figols en 1932". Cristina Borderías y Mercedes Vilanova.
(2) "Los niños perdidos del franquismo" R. Belis. M. Armengou y R. Vinyes.
(3) "Los niños de Las Rozas evacuados a la Unión Soviética (1937)". Cuadernos de Campoo n° 45, septiembre 2006.
 

BIBLIOGRAFÍA
 
ARMENGOU, M. y BELIS, R.: El convoy de los 927.
BELIS, R., ARMENGOU, M. y VINYES, R.: Los niños perdidos del Franquismo.
BORDERÍAS Cristina y VILANOVA Mercedes: Estudios de Historia social "Cronología de una insurrección: Figols en 1932".
CASANOVA Julián: De la calle al frente.
CAMINO DEL OLMO Miguel A. y CABO MESEGUER Vicente: La policía española de ultramar: Cuba y Puerto Rico.
ELORZA Antonio: La utopía anarquista bajo la segunda repú­blica española.
GUTIÉRREZ FLORES Jesús : Guerra Civil en Cantabria y pue­blos de Castilla.
HEREDIA PADILLA Reinaldo: Historia III (guía para el maes­tro).
JACKSON Gabriel: La república española y la guerra civil (1931-1939).
JULIÁ Santos: Violencia política en la España del siglo XX.
LE RIVEREND Julio: Historia económica de Cuba.
MORENO JULIÁ Xavier: La División Azul. Sangre española en Rusia, 1941-1945.
PÉREZ GARCÍA Guadalupe: La colonia penitenciaria de Villa Cisneros. Deportaciones y fugas durante la Segunda República. Historia y Comunicación Social. Vol. 7 (2002) 169-186.
PÉREZ MATEOS Juan Antonio: Los confinados. Relato vivo de los desterrados.
RODRÍGUEZ JIMÉNEZ José Luis: De héroes e indeseables. La División Azul.
TUÑÓN DE LARA Manuel: Luchas obreras y campesinas en la Andalucía del siglo XX Jaén (1917-1920) Sevilla (1930-1932). La España del siglo XX. Vol. 2.
 
Fotografías: Colección familiar