Campoo en la edad moderna: el marco administrativo y los órganos de gobierno. (I)

Agustín Rodríguez Fernández

Preámbulo
En el transcurso de la Edad Moderna, las es­tructuras de la administración local en el territorio histórico de Campoo se articularon conforme a una gradación de niveles, que se correspondían con las diferentes categorías de los propios entes en que se organizaron las comunidades que ocupaban y arti­culaban el ámbito espacial campurriano, indepen­dientemente de que sus regímenes jurisdiccionales fueran de realengo o señoriales. Estas entidades socioeconómicas, que constituían a la vez unida­des administrativas, se identificaron, siguiendo un orden ascendente y teniendo en cuenta su menor o mayor ámbito espacial y jerarquía jurisdiccio­nal, con los barrios/aldeas, concejos, villas y otras unidades administrativas de carácter supraconcejil, tales como los concejos mayores y hermandades de concejos.

Cabañales y cabañas pasiegas en Campoo

Manuel García Alonso

Puede resultar sorprendente pero en Campoo, en Reinosa mismo, existen cabañas que res­ponden al tipo pasiego más acendrado. Los efectos de la emigración pasiega trasladaron el mo­delo de ocupación y explotación ganadera a lu­gares realmente muy fuera de su área compacta y más propia, los Montes de Pas. Así, encontramos fincas cerradas con cabañas pasiegas en las inme­diaciones de Laredo, de Torrelavega y Corrales de Buelna (El Dobra), y también en Campoo como va­mos a ver.

Flora campurriana

Gonzalo Valdeolivas Bartolomé

1. Introducción y matorrales de alta montaña
La flora de Campoo la estudiamos bajando des­de sus cimas, siendo la más elevada la del Cuchi­llón (2 222 m), hasta las partes más bajas de los municipios de Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Enmedio, Reinosa y las Rozas de Valdearroyo. Una superficie de algo más 470 Km2.
 
Esta zona se incluye en la región biogeográfica Eurosiberiana, provincia Atlántica, sector Orocantábrico. Las distintas altitudes se reparten en los llamados "piso subalpino", desde las cotas mayores hasta unos 1 600 m, y, por debajo, el "piso monta­no", con vegetación potencial (climácica) de bos­ques.
 
La vegetación del Piso Subalpino, en las sierras de Híjar y el Cordel se asienta sobre rocas detríti­cas: conglomerados y areniscas del periodo Triásico, que generan suelos ácidos. La comunidad do­minante se compone de matorrales bajos: enebrales rastreros con brecinas y arándanos.

La presencia judía en el norte de Sefarad

Anun Barriuso - José Manuel Laureiro

Las investigaciones sobre la presencia judía en el Norte de España, la Sefarad de los sefardíes o habitantes judíos de nuestro país nos han aportado muchas informaciones sobre sus costum­bres, modos de vida, oficios... Es tarea difícil con­densar tantos años de existencia, unidos a tantos avatares, dificultades y fatal destino que les tocó vivir a estos judíos, pero intentaremos recorrer y resumir las etapas más fundamentales.
 
Hablaremos sobre la llegada de los hebreos a España, cómo vivieron su existencia con las dife­rentes culturas, religiones e invasiones imperantes, su expulsión tras el Edicto de los Reyes Católicos en 1492, cómo transcurrió la vida de los que se convirtieron al cristianismo de una manera sincera y los que siguieron judaizando en secreto bajo una falsa apariencia cristiana.
Son los llamados ANUSIM, o forzados a aban­donar su religión y abrazar la impuesta.

El enigma de Camesa-Rebolledo

Pedro Ángel Fernández Vega

El primer dato que nos orientó hacia el hallazgo fue el topónimo "El Conventón" con que la tradición se­ñalaba el sitio del yacimiento. Sólo por el nombre, el lugar estuvo siempre envuelto en misterio y cubierto de fantásticas ruinas" (Robles 1985, 202). "Los ni­ños de Camesa y Rebolledo en nuestras escapadas a Mataporquera siempre aligerábamos el paso cerca de aquella loma... (Robles 1997).
 
Envuelta en la bruma de la leyenda y en la in­triga enigmática de la historia estuvo siempre para los habitantes de la zona el lugar donde se locali­zan los vestigios arqueológicos del yacimiento de Camesa-Rebolledo, pero fueron necesarios otros acicates para que los trabajos arqueológicos se desencadenaran. Las aportaciones bibliográficas del desaparecido José María Robles constituyen las más certeras aproximaciones tanto a los orígenes de la empresa arqueológica desarrollada en el lu­gar en los años ochenta del siglo XX, como a la identidad del enclave.

La plaza (el mercado de abastos)

María Jesús Gutiérrez Ibáñez

Los mercados municipales de abastos
La ciudad, desde sus comienzos, ha sido un espacio con funciones muy diferenciadas y específicas, des­de las administrativas o estratégicas, que implican el control de un territorio amplio, hasta las religiosas o culturales. Pero si hay una función presente en todas las ciudades de manera extensa, esa es la comer­cial. El espacio urbano ofrece el entorno ideal para la actividad comercial y, con frecuencia, es también el resultado de esa misma actividad. Reinosa es un buen ejemplo de urbe que surge en un emplaza­miento estratégico, de paso obligado para personas y mercancías, lo que propicia su función comercial de alcance comarcal y también regional.

Nacho Zubelzu

Nacho Zubelzu

El arte de la naturaleza
"Para que las cosas te asombren hay que pensar como un niño"
 
Era el año 2000, la exposición en el Museo de Bellas Artes de Santander. Eran los juegos formales sobre los metacrilatos "cristalizaciones"; pincela­das y ralladuras, un juego desde el enfrentamiento entre el espacio interior y el exterior, entre el autor y el espectador. Una especie de escritura de significantes icónicos, tapar la nada que invade el metacrilato frío con formas figurativas, olas, flores, corazones... Hecho a mano sintiendo el gesto y el dedo del artista, una textura guillotinada desnu­dando su interior. En algunas obras ya se insinúan rayas o raspaduras que sugieren pelo, hierba o paja. Siempre entre la figuración y la abstracción, una constante en mi trabajo, llegando o recurriendo a la segunda a través de la primera.

La apicultura tradicional en Campoo

Carlos J. Valcuende de Cos

La apicultura tuvo en tiempos pasados una no­table importancia como complemento en la economía rural de subsistencia de Campoo. Repartidos por toda la geografía de la comarca, los colmenares formaban parte del paisaje y de la vida cotidiana, en ellos se colocaban las colmenas, co­nocidas con el nombre de dujos y hornillos.
 
El declive, en la segunda mitad del siglo XX, de esta actividad se inició con la emigración de los pueblos a la ciudad con el consiguiente abandono de la economía agraria. Fue la puntilla la aparición .alrededor de 1984, del ácaro de la varroa que diez­mó el número de colmenas y aceleró el trasiego de las abejas de las colmenas tradicionales fijistas a las modernas de cuadros móviles, que permiten un mejor control de este parásito, un considerable au­mento de la producción y un manejo más racional.
 
En la actualidad se puede considerar práctica­mente desaparecido este tipo de apicultura, pues quedan pocos colmenares en pie y muchos de ellos en claro estado de abandono.

La iniciativa filantrópica de Solvay en Campoo: la casa de reposo y las colonias escolares

Ana Belén Lasheras - Mª Eugenia Escudero - Isabel Cofiño

Lugares tan distantes geográficamente, como Couillet (Charleroi, Bélgica) y Campoo, aca­baron acercándose por los avatares de una historia cuyos protagonistas fueron los hermanos Ernest y Alfred Solvay. En la localidad belga se estableció, en 1863, la primera fábrica de sosa Solvay, mientras que en la comarca campurriana se puso en práctica una iniciativa filantrópica a través de la fundación, en 1929, de una casa de reposo en Soto para los empleados de la fábrica de Solvay en Barreda.
 
Fue Ernest, el hermano mayor, quien descubrió el proceso de fabricación de carbonato sódico al amoniaco o sosa al amoniaco a mediados del Ocho­cientos. Hasta entonces, y desde antiguo, se había utilizado la sosa natural, extraída de plantas o de unos yacimientos de carbonato sódico estadouni­denses, y la sosa artificial, obtenida a partir de la sal común por un procedimiento inventado por el químico francés Nicolás Leblanc en 1798. El proce­so creado por Ernest mejoró considerablemente la invención de Leblanc, abaratando e incrementando la producción de sosa.

El desarrollo de los concejos en la Hermandad de Campoo de Yuso durante la edad moderna

Marcos Pereda Herrera

 A modo de breve introducción
 
La administración local durante la Edad Moder­na basculaba en torno al concejo, entendido el mis­mo en su doble vertiente. Así, concejo es el nombre que recibía el municipio medieval y moderno, pero también el órgano de gestión y administración de los pueblos, nacido como consecuencia de la cohe­sión cada vez mayor entre grupos humanos unidos por fines e intereses comunes. De este modo, los habitantes de un mismo núcleo poblacional, o de varios unidos por vínculos naturales de vecindad, deciden actuar conjuntamente mediante la reunión de todos ellos en una asamblea vecinal, designada con el nombre de concejo. Se configura el concejo, pues, como un ente administrativo con estructura y funciones más complejas que las de la localidad, aldea o barrio, erigiéndose en el órgano básico de toda la organización administrativa, social y eco­nómica en el ámbito rural hasta bien entrado el siglo XIX.

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