Ramón Rodríguez-Cantón Gómez: creador de la revista Fontibre

Miguel Rodríguez-Cantón Saiz, Iratxe Rodríguez-Cantón Gutiérrez

 
La profundidad de su mirada custodia todo un ar­chivo ilustrativo de Campoo. Con 73 años en sus canas, ya en su mocedad, sintió la inquietud cultu­ral. Nada impidió a sus diestras manos plasmar la belleza campurriana en alienadas letras y prosaicos lienzos. Con Reinosa en su corazón, enclavada con la pluma y el pincel, supo conjugar edición de re­vistas gloriosas —entre ellas, Fontibre— con su paso por la alcaldía de Reinosa y sus colaboraciones en Alerta.
 
Con este discurso comienza una entrevista es­crita en el Diario Alerta. Es tan acertada su descrip­ción, que no puedo más que transcribir sus pala­bras, para definiros al hombre al que hoy, a sus 89 años de edad, honramos con estas líneas.
 
Ramón nació un veinticinco de octubre de mil novecientos diecinueve, le enseñaron a leer entre las Hijas de la Caridad (Las monjas) y los Herma­nos Menesianos (Los frailes), muy pronto se desta­có un gran lector, sobre todo en temas dedicados a la historia de Reinosa. Más tarde, durante su época de Bachiller, sería aleccionado por uno de los estandartes de la prosa cántabra, Gerardo Die­go. Todo esto le llevó a iniciarse en el arte de la escritura y, ya a los dieciséis años se le concedió el primer premio al tema, "Historia y Monografía de Reinosa y comarca de Campoo", el certamen, que fue organizado por La Biblioteca Pública Municipal de Reinosa, tuvo una gran acogida en sus días.

El Casino

Elena Ramos Astuy

 
De mansión señorial a casino y de este a cen­tro cultural, pasando brevemente por disco­teca. Así sería el resumen del uso primordial asignado a La Casona. Salvo en su primera época y en esta última, uno de los edificios más emble­máticos de Reinosa ha tenido una empleo parcial. El Casino ocupó el primer piso, dedicado a lo que en aquellos años eran los casinos, un lugar de en­cuentro, tertulia, juegos de mesa... para reconoci­miento mutuo y encuentro de la burguesía local. Sin embargo, los momentos más relevantes, desde el punto de vista de su vida social, eran los bailes a los que acudían adultos y jóvenes para divertir­se, naturalmente, pero también para consolidar o iniciar la red invisible de pertenencia a un deter­minado estatus que, con más o menos exactitud, el Casino representaba.

Las ordenanzas del concejo de Matamorosa

Marcos Pereda Herrera

Premio del II Concurso de Investigación Julio Montes Sáiz
 

Antecedentes históricos: las instituciones de Gobierno en Campoo durante la Edad Moderna

En el momento de emprender el estudio de unos textos tan variados y complejos como pueden lle­gar a ser las ordenanzas concejiles resulta de todo punto imprescindible encuadrarlas dentro de un contexto jerárquico y funcional. Así, la propia de­finición de los concejos resulta coja e insuficien­te si no encuentra anclaje en un esquema mayor, donde corregimientos, hermandades y barrios res­ponden a las mismas necesidades desde diferentes ángulos y visiones. Por todo ello, cabe hacer una mención, aunque ésta sea obligadamente breve, a esas diversas entidades que engloban y acompañan a los concejos dentro de su peregrinar durante la Edad Moderna.

Los viajes del “Botellas”

Javier Ortega

 
El cine "Botellas" se inauguró en noviembre de 1959 con el nombre oficial de Cine Infantil Parroquial. Los cines parroquiales de la Es­paña de posguerra tuvieron una notable presencia en pueblos y ciudades hasta los albores de la de­mocracia, bien en forma de edificios construidos a tal fin, como es el caso del de Reinosa, bien como modestos proyectores que se instalaban en cual­quier recinto o incluso al aire libre.
 
Eran con fre­cuencia la única oferta cultural de la localidad y un instrumento de influencia y control sobre la juven­tud, que debía ser preservada de otras actividades poco recomendables y alejada de películas conside­radas inmorales o transmisoras de valores contra­rios a los que en aquel momento defendía la iglesia católica con celo riguroso, plenamente identificada con el llamado nacionalcatolicismo.

Julián Santamaría

VV. AA.

 
Cuando uno conoce a Julián Santamaría le re­sulta abrumador el bombardeo constante de datos, citas, enumeración de amistades, críti­cas, reseñas y alabanzas que se suceden en un au­tomatismo frenético como incontestable carta de presentación sobre su obra. Son tantas y tan rele­vantes las personas de las que habla, que al final acaba pareciendo normal que te cuente, por ejem­plo, que una vez coincidió con Julio Cortázar en una fiesta y que éste le felicitó por el diseño de uno de sus carteles que, por supuesto, conocía. Así, como si nada.

Setas en nuestros valles

Miguel Jesús García

 
Me asomo por vez primera a las páginas de Cuadernos de Campoo, para tocar una tema tan apasionante como son las setas. Para quienes no me conocen y puedan deducir por este artículo que soy un gran setero, nada más lejos de la realidad. Lo de buen setero, en el lenguaje de nuestros valles se aplica generalmente a la persona que año tras año colecta gran cantidad de setas, principalmente de «las buenas» (volveré a esta denominación más adelante). Y ese no es mi caso.

El Marquesado de San Miguel de Aguayo y su obra indiana

Manuel García Alonso

   
En un artículo anterior en esta misma publica­ción (GARCÍA ALONSO 1999) ya pusimos de manifiesto que la villa de San Miguel de Aguayo y su barrio de Santa Olalla fue durante la Edad Moderna un señorío jurisdiccional, concreta­mente un marquesado. Ahora volvemos sobre esta cuestión porque aún es menos conocido el papel protagonista que los marqueses con ese título tu­vieron en el Nuevo Mundo, concretamente en la conquista y colonización del enorme territorio de frontera entre la Sierra Madre Oriental y el Seno Mexicano, por entonces los confines del imperio hispánico.

El clima de Campoo: el papel de los factores locales

Juan Carlos García Codron - Domingo Fernando Rasilla Álvarez

1. La atmósfera de Campoo, una compleja transición entre dos dominios climáticos

    Es un hecho asumido que la Cordillera Cantábrica marca el límite entre dos macrorregiones naturales perfectamente diferenciadas por sus características climáticas, biogeográficas y, consecuentemente, paisajísticas. Hacia el Norte de la misma se encuen­tran los dominios del clima oceánico, que coinciden con la Región Eurosiberiana o con lo que, desde an­tiguo, ha recibido la denominación popular de "Es­paña Verde" mientras que, hacia el Sur, se extien­den los climas y ambientes mediterráneos correspondientes a la "España Parda".

Veranos de los sesenta en Riaño

Pilar López Ramos

Riaño aprox. año 2002     La transformación de los espacios es un fenó­meno consustancial a la actividad humana. En el caso de Riaño ha sido un cambio cualitativo y cuantitativo, enmarcado en los nuevos usos de los espacios rurales y la modificación de los hábitos de vida. Aun manteniendo su excepcionalidad como espacio de servicios aislado en medio de un entorno agrario, ha pasado a ampliar los usos y diversificar la oferta de ocio, pero ha perdido el carácter que quizás mejor le definía: los baños veraniegos en el río y su índole de lugar de encuentro social.

Celestino Cuevas, un pintor de ida y vuelta

José Aja

"El fantasma del espejo arrastra mi carne hacia fuera, y al mismo tiempo,
todo lo invisible de mi cuerpo es capaz de investir a los otros cuerpos que veo".
Merleau- Ponty
 
     Artista inquieto, inconformista y siempre bus­cando nuevas formas dentro del lenguaje pictórico, Celestino Cuevas ha sabido man­tenerse en la línea de fuego de la vanguardia del arte. Siempre atento y a la intemperie, nos ha ido dejando una obra de una calidad excepcional, rica en todos y para todos los sentidos. Esa inquietud le ha llevado a estar en contacto con las vanguardias internacionales, en unos años donde era muy difícil el acceso a lo que sucedía al otro lado de nuestras fronteras.

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