Bolos en Campoo

Miguel Ángel Sáiz Barrio

INTRODUCCIÓN
 
Seguramente la principal manifestación lúdica, de cualquier civilización conocida, se ha expresado a través del juego. Individual o colectivamente, sus in­dividuos, valiéndose de los elementos y espacios más simples encontrados a su alcance, se las han ingeniado para transfor­marlos en diversos artilugios y campos para su divertimento.
 
El primer humano que arrojó un canto, con la intención de ejercitar su puntería sobre un tronco, palo, piedra, etc., puso en marcha un entretenimiento que con el devenir de los tiempos, derivaría en las diversas modalidades bolísticas.
 
En las aldeas de la Merindad de Campoo, este primitivo es­parcimiento orientó a sus moradores, fundamentalmente hacia dos fórmulas de práctica del juego de los bolos: el pasabolo-tablón y, en especial, el predominante bolo palma o montañés.
 

El puente del Ebro de Reinosa. Pasado, presente y futuro

Jesús A. Allende Valcuende

"... especialmente en los puentes, la belleza no puede apartarse, independizarse, de lo útil, de lo funcional, de lo necesario. La sensación de idonei­dad práctica basta para que nos conformemos con los artefactos más horribles; y el pensamiento en una falta de adaptabilidad a la función, basta para malograr nuestro placer ante cualquier forma, por bella que sea intrínsecamente. No se trata, pues, de desliarse del concepto de utilidad, principio rector en la determinación de las formas de los puentes, o defender el derroche, triste compendio y quintaesencia de la estupidez, sino de percatarse de la dife­rencia estética entre unos puentes y otros, y de que, como dice Santayana, aunque ese particular aire estético puede ser la última cualidad que advirta­mos en un puente, su influencia sobre nosotros no por ello es menos real, e influye en nuestra actitud moral y práctica."
José A. Fernández Ordóñez (1)

El rabel y su práctica musical en Campoo en nuestros días

Susana Moreno Fernández

INTRODUCCIÓN
 
En este artículo sintetizo algunas reflexiones acerca de la práctica del rabel en el valle de Campoo que se hallan recogidas en mi tesis doctoral, la cual ver­sa sobre las prácticas musicales del rabel en Cantabria (1). En di­cho trabajo abordo un estudio de los cambios registrados en la tradición del rabel en la región cántabra en los últimos años, en los que ésta ha experimentado un proceso de revitalización. Refiriéndome al caso concreto de la práctica campurriana del ra­bel, mostraré aquí el modo en que ha tenido lugar ese fenóme­no de cambio, y detallaré sus repercusiones en diferentes as­pectos de dicha música como las ocasiones en que se toca, los usos que se le asignan, el tipo de repertorio que se interpreta con ese instrumento, así como las propias técnicas y estilos que se han usado tradicionalmente para su ejecución.
 

Agrupaciones musicales reinosanas (III). Instrumentos musicales y organistas

Teodoro Pastor Martínez - Rosa María Conde López

 
Continuando con el estudio de la música en Reinosa y Campoo, hoy queremos recoger los instrumentos musicales de los centros religiosos y los organistas que los tocaron, así como la historia y los protagonistas de: los constructores de rabeles, las pandereteras y piteros de Campoo, las escuelas y academias de música, los discos grabados por las diferentes agrupaciones reinosanas, los espacios y ru­tas musicales de Campoo, las obras de teatro de autores campurrianos y las semblanzas de los músicos más reseñables de Reinosa. Temas que fueron comentados en la revista Cuader­nos de Campoo n°43, de marzo de 2006, y que hoy recogemos cronológicamente en cuadros.

Fontibre, 50 años de una revista

María Elena Marchena Ruiz - Daniel Guerra de Viana

FONTIBRE Y LA PRENSA REINOSANA, LOS ANTECEDENTES
 
El desarrollo de la prensa en Reinosa a finales del siglo XIX está ligada a dos factores determinantes y relacionados; uno de ellos es el aumento de la población y el otro la tipología social, dividida en sectores espe­cíficos: obreros (aunque en esta época su importancia no es grande), pequeños comerciantes y artesanos, funcionarios y profesionales liberales, ya que desde siempre, Reinosa fue una zona de servicios que atendía las necesidades de la comarca.

Los niños de Las Rozas evacuados a la Unión Soviética (1937)

Rubén Gutiérrez Rapp

 
Durante la guerra civil española, un grupo de niños de Santander y su provincia fueron evacuados a la Unión Soviética. Siete de estos niños pertenecí­an al municipio de Las Rozas de Valdearroyo. (l) Conocer sus nombres, saber por qué fueron llevados a la URSS; por qué al estallar allí la guerra no fueron enviados a un tercer país en paz; saber si volvieron a España, y saber qué les aportó su estancia en la Unión Soviética y si ellos aportaron algo con su estancia allí, es algo que requiere un amplio trabajo. Lo que aquí se pre­tende simplemente es citar de forma muy resumida unos bre­ves datos de algunos de esos niños.
 

Reinosa: forja artística

José Antonio Gutiérrez Delgado

INTRODUCCIÓN
 
Comenzaremos delimitando el tema sobre el que va a tratar el presente artículo, ya que el título puede pare­cer un poco pretencioso. No se trata de estudiar toda la producción que exhiben los edificios de Reinosa de elementos arquitectónicos de hierro, sino de fijarnos en lo más representati­vo que son las rejas y los balcones. Sin embargo, es necesario enu­merar los diferentes trabajos de forja que se hallan distribuidos por la ciudad. De modo general se pueden observar bastantes "ver­jas" que cierran sobre los muros bajos los jardines de casas y cha­lés, así como las correspondientes puertas de acceso. Entre los nu­merosos ejemplos se puede citar el cierre de los jardines del edi­ficio de Hacienda y los existentes a lo largo de la calle Castilla. En ocasiones también hay puertas de hierro aisladas, como la que cie­rra el antiguo cementerio, en el paseo de San Francisco.

El ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso (Antecedentes de su gestación en 1881)

Agustín Rodríguez Fernández

INTRODUCCIÓN. CAMPOO DE SUSO EN EL ANTIGUO RÉGIMEN
 
Desde los tiempos medievales, el territorio ocupado hoy en día por el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso eran tierras del rey. Sus pueblos y concejos, así como sus habitantes, dependían, por tanto, de la jurisdicción real. Teóricamente hombres libres pero faltos de la suficiente protección de la corona debido a la inestabilidad po­lítica del reino de Castilla en la Baja Edad Media, ocasionada por la minoridad de sus monarcas y consiguientes luchas civiles, los vecinos de Campoo de Suso, al igual que los de gran parte de las tierras comprendidas entre el Duero y el mar Cantábrico, se vieron obligados a encomendarse, en régimen de behetría, a de­terminados señores particulares a cambio de la seguridad que el rey no podía darles. Es así como los veinticuatro pueblos de Campoo, salvo puntuales manifestaciones de señorío abacial (monasterios de San Pedro de Cardeña y de San Pedro de Cer­vatos), se constituyen en otras tantas behetrías colectivas.
 

Vistas fotográficas del ferrocarril de Isabel II, Alar del Rey a Reinosa. (William Atkinson 1855-1857)

José María Magán López

INTRODUCCIÓN
 
William Atkinson era un ingeniero de treinta años natural de Manchester que en 1855 se encontraba trabajando en la construcción del fe­rrocarril entre Alar del Rey y Reinosa.
 
La compañía contratista Ferrocarril de Isabel II le requirió para que realizara una serie de fotografías sobre la construc­ción de este ferrocarril y las circunstancias que le rodearan con intención de regalar una colección fotográfica a la joven reina de veinticinco años Isabel II que como el propio W. Atkinson era también aficionada a la fotografía.

Una iconografía rupestre del comienzo de la Edad de los Metales en torno al pantano del Ebro

Ramón Bohigas Roldán - Manuel Díaz Ruiz - Alfonso García Revuelta

INTRODUCCIÓN
 
En este artículo se pretende abordar un conjunto de manifestaciones de arte rupestre de tipo esque­mático, que han venido apareciendo en el sector geográfico coherente que ocupa el sur de Cantabria y el norte de Burgos, aglutinados en torno a un elemento biogeográfico como es la masa forestal del Monte Hijedo, repartido entre am­bas provincias, correspondiendo la parte cántabra a los munici­pios de Las Rozas de Valdearroyo y Valderredible, más la esta­ción de las Peñas de Sierra, correspondiente a Campoo de Enmedio, mientras la parte burgalesa corresponde al municipio de Alfoz de Santa Gadea.

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