Medio siglo de ayuda y solidaridad

Pilar Lorenzo Diéguez

La peña dedicó su acción social a la Residencia de Ancianos

Un partido de fútbol entre dos peñas de amigos la de ‘Los veinte’ compuesta por hombres casados, y la de ‘Los Requendos’, los solteros, fue el origen de la Peña Casados y Solteros en el año 1942. Lo que surgió como un encuentro para pasar un rato divertido, se transformó en una importante labor social, que ha contribuido, durante más de 50 años, a mejorar la calidad de vida de los residentes en la Casa de la Caridad, luego llamada Residencia de Ancianos San Francisco.

Visiata a la Casa de la Caridad en 1954.La pugna entre aquellos dos equipos rivales se hizo pública y atrajo a muchos seguidores al campo de fútbol de San Francisco. La entrada fue gratuita, pero se aceptaron los donativos voluntarios de los espectadores que alcanzó la cifra de 165 pesetas y se decidió entregarlas a la Casa de la Caridad en beneficio de sus asilados.

Aquel gesto se repitió año tras año y como la recaudación seguía aumentando ostensiblemente, «en la mente de los integrantes de las Peñas, germinó la idea de aprovechar la ocasión de aquella rivalidad deportiva encauzándola como fuente permanente de ingresos, para realizar una obra humanitaria generosa y Cristina», explica Manuel Llano en una carta de 1958, Seis años más tarde el radio de acción se amplía considerablemente con la celebración de numerosos festejos: bailes con la elección de la Reina de Fiesta, concurso de peinados, de feos, de flores artificiales, de muñecos y el cotillón de Reyes. En los bares de la localidad se reparten cajones-huchas que los llaman ‘centinelas’ para depositar los donativos. Al mismo tiempo, se sortean regalos entre los donantes, inicialmente un lechazo, siendo ya en los años 50 ‘lujosos gabinetes’.

Comida en la Casa de la Caridad 1954.En 1951 la Peña celebra su I Gran Festival Artístico de Variedades en el Teatro Principal, con un concurso de trajes infantiles que fue su principal éxito. La recaudación aumenta significativamente, llegan a conseguir más de 50.000 pesetas.

En su afán renovador los partidos continuaron constituyendo un gran éxito y se celebran encuentros con equipos de Astillero y Barruelo que «consiguen atraer en pos de ellos a cientos de entusiastas de las Peñas, que componían caravanas de autobuses como jamás se había presenciado», indica la memoria de aquellos años. Otro acto significativo a destacar fue la celebración en el año 1956 del Gran Festival Gimnástico Deportivo Infantil con la colaboración del Colegio San José, «un acto desconocido en Reinosa y que estuvo cuidadosamente preparado y realizado, desde las danzas rítmicas hasta las tablas gimnásticas finales».

La preocupación de la comisión de la Peña siempre fue gestionar con honradez la recaudación conseguida, por ello se hace entrega del donativo siempre públicamente en presencia de autoridades al administrador de la Casa de la Caridad.

 

Las madrinas

Partido de fútbol con la asistencia de la madrina y damas postulantes celebrado el 9 de junio de 1961.La colaboración de las mujeres de la Peña fue esencial para organizar todos los actos. Las memorias de la época lo reconocen; «Es de hacer constar el interés, entusiasmo e ilusión con el que rivalizan las señoritas postulantes para conseguir mayor recaudación» puntualiza una de ellas. A partir de 1960 se nombra una madrina cada año, figura clave que representaba a la Peña y organizaba todos los actos para conseguir fondos. La primera fue Alicia Alas Matutano y la última Paula Hoyos. Un total de 38 madrinas hasta 1999 han organizado la campaña anual para recaudar fondos, que en algunas ediciones llegaron a superar los 5 millones de pesetas anuales. Entre los actos establecidos destacaban la celebración del tradicional baile de La Flor en el mes de junio en el que se procedía a la presentación oficial de la madrina y sus damas de honor.

Otro de los actos centrales era el desarrollo de la Marcha Popular a beneficio del Asilo en el mes de octubre. Se iniciaba en Reinosa hasta Espinilla regresando por Villacantid, los participantes encontraban a lo largo del recorrido varios avituallamientos.

Finalizaba la campaña con la muestra de arte de cuadros cedidos por un gran número de pintores de relevancia de Santander, Reinosa y resto de Cantabria, pero también había obras que aportaban desinteresadamente pintores de Madrid, Valladolid, Burgos y Patencia. Los cuadros eran adquiridos a un precio simbólico. La muestra tenía gran éxito de ventas y de público, no en vano siempre ha sido notoria la afición de Reinosa por las Bellas Artes.

La madrina María Jesús de la Peña, durante un avituallamiento de una prueba benéfica.«Todas las madrinas nos hemos sentido orgullosas y muy satisfechas de la labor realizada, pero el año era muy laborioso, de mucha responsabilidad y dedicación», señala María Jesús de la Peña Gallo, que ocupó el madrinazgo en el año 1991.

 

El baile tómbola

Una de las actividades más esperadas era el popular baile tómbola que se celebraba en agosto y registraba una alta participación. Como atractivo principal destacaba la instalación en el recinto polideportivo de una monumental tómbola con numerosos regalos que se distribuían entre las personas asistentes que participaban en la compra de boletos. Los premios eran muy variados, desde cadenas de música, electrodomésticos, bicicletas, obras de arte, hasta jamones, embutidos, botellas y licores. También había servicios de peluquería, comidas en restaurantes y vales de compra donados en su totalidad por el comercio, industria y entidades locales de Reinosa y de otras localidades de la comarca que colaboraban de forma desinteresada, en la promoción y continuidad de la obra benéfica.

El esfuerzo de este colectivo se vio recompensado, con la Medalla de Oro de la Ciudad en el año 1967 en reconocimiento a la labor social que la institución venía realizando desde su fundación. Años más tarde, en 2006, recibieran la Flor de Nieve entregada por la Peña Campurriana de Santander. Con motivo de su 50 aniversario, en 1992 se realizó una exposición conmemorativa con fotografías y objetos testimoniales. Destacaban las muestras gráficas, en orden cronológico, de la intensa actividad benéfica desarrollada por la institución, presentando una gran colección de carteles, pasquines y programas de las distintas convocatorias. Todo el conjunto ofrecía una amplia panorámica de la historia de la Peña.

Las madrinas de la peña a lo largo de la historia recibieron la Flor de Nieve en enero de 2006.En medio siglo ejercieron de presidentes Andrés García, José Sáinz, José Antonio Caiña, Antonio Gutiérrez, Pío Maquiera, Pilar Ruiz, Isaac Rodríguez, Luis Ángel Rodríguez y Faustino Varela. Y por la Institución de la Residencia de Ancianos pasaron cinco capellanes: José Aja, Francisco Mantilla, Lorenzo Lisaso, José Calderón, Francisco Girón y actualmente Cecilio.

Galas musicales, cenas, bailes se sucedieron a lo largo de 57. En los últimos años la dificultad para encontrar madrina y el cambio de gestión de la Residencia, aconsejó dar por terminada una importante etapa de actividades sociales. La institución fue languideciendo poco a poco hasta su desaparición. El último año, en 1999, todas las madrinas se unieron para convocar los últimos actos y dar por terminada su labor benéfica.