El proyecto de investigación de Arqueología Prehistórica en Campoo, comenzó a realizarse en 1989 con una primera fase de prospecciones y localización de yacimientos y una segunda fase de excavaciones que comenzó en 1996.
Crono culturalmente abarca desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad del Bronce, es decir, desde hace aproximadamente 500.000 años hasta unos 750 años a. C.
Los periodos del Paleolítico Inferior y Medio, el Neolítico y el Calcolítico (Edad del cobre) son los mejor representados, hasta este momento, en este estudio como luego veremos. Del Paleolítico Superior sólo tenemos algunos indicios, que hoy por hoy son bastante problemáticos y de la Edad del Bronce contamos con hallazgos sueltos y, sobre todo, con el yacimiento de la cueva de los Hornucos de Suano, excavada en los años 30 por el P. Carballo.
Carmelo Fernández Ibáñez, Pedro A. Fernández Vega, Javier Peñil Mínguez, Carlos Lamalfa Diaz, Miguel A. González de la Torre y Serafín Bustamante Cuesta
INTRODUCCIÓN
Valderredible constituye una comarca geopolítica enclavada en el extremo más meridional de la actual Comunidad de Cantabria, y que es compartida en pequeña proporción con la lindante provincia de Palencia. Se encuentra compuesta esencialmente por un magnífico valle con abundantes recursos naturales, fruto de un ecosistema particular, lo que unido a su inmejorable emplazamiento geográfico, ha hecho que no pasara desapercibida a los diferentes grupos humanos desde la antigüedad. Es por ello que muchos de sus pintorescos y bien abastecidos rincones se han convertido hasta el día de hoy en asentamientos donde el hombre, siglo tras siglo, fue estableciendo sus diferentes lugares para vivir y también para morir. Las razones por las cuales escogían unos u otros constituyen por el momento una más de las incógnitas históricas que este lugar encierra.
El material que más abundantemente se recupera en el curso de las excavaciones arqueológicas realizadas sobre yacimientos romanos es la cerámica y, especialmente, fragmentos caracterizados por haber sido elaborados con técnicas muy sencillas y cuyo aspecto puede resultar, en ocasiones, tosco. Por ello, el conjunto de recipientes destinados a la elaboración, servicio, almacén y transporte de alimentos ha recibido el nombre de cerámica común.
No cabe duda que uno de los factores que a lo largo de los siglos mayor daño ha hecho al patrimonio arqueológico, tanto a nivel nacional como internacional, han sido las grandes obras públicas. Pantanos, carreteras, autopistas, vías férreas, oleoductos, tendidos eléctricos... han dañado, en ocasiones de una manera irremediable, el patrimonio arqueológico. De ello tenemos muchos casos en nuestro país y en nuestra región.
El plan de Prospecciones de Arqueología Prehistórica en el valle de Campoo, es un proyecto de investigación que ha venido funcionando en la zona, dirigido por el autor de este trabajo, con los correspondientes permisos de la Consejería de Cultura, de la Excma. Diputación Regional, desde el año 1.989.
A María por su buen humor y, fuerza en los momentos difíciles.
INTRODUCCIÓN
La investigación que venirnos realizando en el conjunto megalítico de "Los Lagos", desde el año 1996, se enmarca en un proyecto de mayor alcance denominado: "La Arqueología Prehistórica en el valle de Campoo de Suso, Enmedio, Reinosa y Santiurde de Reinosa"; del que ya se expusieron algunos resultados en esta misma revista, en su número 2 (Gutiérrez Morillo, 1995).
Este proyecto de investigación, tanto en su fase de prospección como de excavación, ha contado con los preceptivos permisos y subvenciones de la Consejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Cantabria, dentro de los planes anuales de investigación arqueológica.
En los últimos años el yacimiento arqueológico de Julióbriga ha sido el punto de partida de numerosas investigaciones que han visto la luz en diferentes publicaciones. Aprovechando el importante soporte que proporcionan las excavaciones, se han elaborado trabajos tanto de carácter arqueológico como histórico. Muchos de ellos se han documentado en las publicaciones anteriores a 1980, año en el que un equipo de profesores de la Universidad de Cantabria asumió la dirección de las excavaciones y retomó los trabajos de campo abandonados en los primeros años de la década de los sesenta. Con el presente artículo se pretende hacer un recorrido historiográfico por los diferentes hitos de las investigaciones, desde las teorías respecto a la ubicación de Julióbriga hasta las diferentes etapas en las que se desarrollan excavaciones arqueológicas.
I. EL YACIMIENTO DE REBOLLEDO DE VALDEOLEA (EL CONVENTÓN)
En nuestra comarca campurriana existen, además de las ruinas de Julióbriga, otros yacimientos arqueológicos de gran interés, pero olvidados poco tiempo después de su hallazgo.
Me refiero a los que están en Valdeolea, próximos a Mataporquera, un conjunto de restos romanos quizá identificables con la antigua Octaviolca, que, según cierto documento, estaba situada a diez millas al sur de Julióbriga. También han aparecido allí ruinas de una iglesia y una necrópolis medievales instaladas sobre uno de los yacimientos romanos, lo mismo que ocurre en Retortillo.
"El río Ebro nace en los Cántabros... " (Marco Porcio Catón, siglo II antes de nuestra Era)
En el año 27 antes de nuestra Era el emperador César Augusto, hijo adoptivo del asesinado julio César, salió de Roma con un gran ejército dirigiéndose hacia el Norte. Tras haber fundido estatuas de plata para costear los gastos y una vez anunciada solemnemente la entrada en guerra, dirigía personalmente una expedición militar buscando la gloria de una campaña contra bárbaros en los confines del occidente europeo. Según cuenta el historiador grecolatino Dión Cassio (s. III), se creyó en principio que su expedición iba encaminada contra Britania. En realidad, tras una permanencia en las Galias y hallándose un año después en Hispania, llevó su ejército hacia otra zona no menos alejada en los confines oceánicos de Europa: Augusto inició la invasión de Cantabria.
En la década de los años cincuenta excavaba en Julióbriga, dirigiendo los trabajos durante varios años, una figura de reconocido prestigio en los estudios clásicos, el Dr. don Antonio García Bellido, con quien tuve la suerte de colaborar y convivir y, como consecuencia, llegar a valorarle no sólo como uno de los arqueólogos de mayor talla internacional en aquellos momentos , sino (y esto para mí es aún más importante) como excepcional persona, siempre próximo humanamente, siempre bueno en la más amplia acepción del adjetivo, y cargado de una vitalidad arrebatadora y una vocación por sus investigaciones que pienso fue el gran motor de todos sus éxitos.
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