"Quizá el afán histérico de hacerse inconfundible e impenetrable para los otros no sea más que una reacción ante la cada vez más obvia evidencia de que los humanos nos parecemos demasiado ".
Fernando Savater
Nos encontramos inmersos en una sociedad instalada en el caos y la confusión de identidades y culturas, de posibilidades. La multivariedad cultural convierte hoy la necesidad de una identidad societaria determinada en otro artículo más de consumo en el mercado.
La inclusión de Campoo dentro del arzobispado burgalés explica que las construcciones de carácter religioso que se realizaron durante esa época en ese territorio estuvieran en manos, fundamentalmente, de canteros llegados desde la zona norte de dicho arzobispado, también conocida como "Montañas Bajas", término con el que se designaban a todas aquellas localidades cuyos ríos vertían aguas al mar Cantábrico.
La arquitectura de las cuatro últimas décadas tiene una importantísima presencia en nuestras vidas: habitamos ciudades con una fisonomía muy distinta a la que tenían en la primera mitad de siglo; residimos en viviendas construidas o reformadas en los últimos cuarenta años; trabajamos, estudiamos, nos ocupamos de la administración, practicamos deporte, disfrutamos del ocio y el tiempo libre ..., nos relacionamos, en definitiva, en lugares cuyos valores estéticos no siempre conocemos aun cuando su evidencia resulta abrumadora.
En una acepción amplia y genérica podemos definir la ermita como el santuario o capilla, generalmente pequeño, situado en despoblado y que carece de culto permanente, Aunque demasiado vaga y genérica esta definición nos permite fijar los límites del estudio al quedar excluidas las capillas privadas -construidas en el interior de una propiedad y destinada al uso de sus benefactores-, los humilladeros, las capillas de los cementerios y las ermitas convertidas en grandes santuarios -como sucedió en Montesclaros con el advenimiento de la Orden de Santo Domingo-, en mucha
La historia de la pila bautismal, en general, tiene muy viejos antecedentes. Ya en las religiones paganas el agua, condición necesaria para la vida, formaba parte imprescindible en los ritos de purificación de los fieles antes de entrar en el recinto sagrado. El cristianismo recogió esta antiquísima tradición y la incorporó a su liturgia en los ritos bautismales.
La escasa romanización que se produjo en nuestra región tras las guerras cántabras -fruto posiblemente de que la ocupación romana fue exclusivamente militar- permitió la conservación de una cultura tradicional indígena a la que apenas se superpuso la romana. Sólo esta comarca meridional de la actual Cantabria, que fue sin duda la más romanizada, permitió, a través de sus calzadas, una mayor relación con la meseta y la temprana relación de Campoo y Valderredible con las culturas tardorromanas y visigodas.
Nuestras iglesias campurrianas se enmarcan dentro del llamado románico rural-popular caracterizado, entre otras cosas, porque el área de decoración principal precisamente está en las zonas secundarias como los canecillos del ábside o de las portadas principales, generalmente con un sentido moralizante. No debemos olvidar que el siglo XII fue la Época por excelencia de la enseñanza a través de las imágenes representadas en las iglesias.
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