Edición: 1. ed.
Fecha Edición: 01/1994
Fecha Impresión: 01/1994
Publicación: Excmo. Ayuntamiento de Reinosa
Descripción: 84 p. 30x21 cm
Encuadernación: rúst.
Diseño y realización: Comunica2, S.L.
Imprime: Gráficas GAR-CUE
Las comunidades de pastos son una fórmula ancestral de manejo ganadero. Algunas de ellas se remontan muchos siglos en el tiempo y su relación con la ganadería extensiva ha sido siempre directa, algo que ya comprobó Joaquín Costa al afirmar: "… la ganadería extensiva lleva consigo necesariamente la mancomunidad en el dominio y en el disfrute del suelo, lo mismo en la adelantada Suiza que en la Tartaria bárbara..." (Costa, J, 1897).
Poco se sabe con exactitud del origen y fundación de Reinosa. Diversa documentación así como los restos arqueológicos encontrados en 1957 en el nº 16 de la calle de La Pelilla confirman la existencia de una aldea a finales del siglo VII o comienzos del siglo VIII.
Por el Becerro de Behetrías se conoce que en el siglo XIV, Reinosa tenía 30 solares, lo que permite hacernos una idea del tamaño de la aldea (en torno a 120 habitantes).
La siderurgia tradicional tuvo cierta importancia en Cantabria desde muy temprano (Alta Edad Media). El sistema empleado en las ferrerías consistía en cocer el mineral en hornos bajos, usando como combustible carbón vegetal. Al menos desde el siglo XV usaban ya la energía hidráulica para insuflar aire en el horno a través de fuelles y para mover un mazo que servía para golpear la llamada goa o zamarra, es decir, la masa pastosa de hierro que salía del horno tras la cocción; el martilleo servía para compactarla, liberarla de la escoria y darle forma.
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