La historia de los cuarenta y dos años de El Cantábrico (1895-1937) está muy ligada a periodistas y escritores campurrianos que de forma intensa colaboraron con este diario liberal, republicano y laico que fundaron el periodista José Estrañi y Grau y los hermanos Manuel y Buenaventura Rodríguez Parets, destacados abogados que fueron los socios capitalistas. Salió el primer número el 4 de mayo de 1895 y en su primera página apareció la primera vinculación con escritores campurrianos con un artículo firmado por Demetrio Duque y Merino, al tiempo que los diarios montañeses se movilizaban para solicitar el indulto para el también campurriano Angel de los Ríos, cronista oficial de la provincia, entonces encarcelado.
Entre la documentación requisada a Ramón Sánchez Díaz depositada en el Archivo General de la Guerra Civil Española, con sede en Salamanca, aparece un ejemplar de una revista inédita denominada "El nene". Precisamente hace ahora cincuenta años de la creación en su vivienda familiar, la Casuca Ascensión, de la Casa de Cultura que lleva su nombre, el 2 de octubre de 1954 (1).
Se trata en concreto del número V, fechado en Reinosa el 12 de junio de 1887. "El nene" se subtitula «Periódico semanal y festivo literario (...) el único semanario de tamaño colosal».
Javier López Gutiérrez, Isabel María Fernández González, Raquel Gutiérrez Sebastián
INTRODUCCIÓN
De todas las muestras de literatura que se han centrado en nuestra comarca o que se han originado en ella, vamos a detenernos hoy en un texto clásico, Peñas arriba, de José María de Pereda. Tomando como excusa el grado de realismo presente en las descripciones de los paseos de los personajes de la novela por la comarca de Campoo, aspecto que ha suscitado una cierta polémica en la crítica perediana, nos detendremos en el análisis de los itinerarios inspirados en esta comarca que aparecen en la obra cumbre del polanquino.
Pick era el seudónimo de José del Río Sáinz, un santanderino de 1884, marino de profesión y como tal navegante durante varios años, principalmente por los mares del Norte. En el otoño de 1907 hubo de desembarcar, herido a consecuencia de un fuerte temporal, y mientras convalecía le ofrecieron incorporarse a la redacción de La Atalaya (LA), lo que le varó para siempre en el periodismo.
Raquel Gutiérrez Sebastián y Teodoro Pastor Martínez
Dentro de la desconocida obra de Duque y Merino quizá el rincón más ignorado sea el de su actividad teatral. Aunque los investigadores podemos deducir indirectamente por la documentación que poseemos su interés por el teatro, en la bibliografía más clásica sobre este reinosano ilustre (bastante escasa por cierto) encontramos o bien un silencio sobre sus labores como comediógrafo e incluso como crítico teatral, o bien la declaración manifiesta del desconocimiento de tal actividad. Esto último sucede, por ejemplo, con las líneas que Santiago Arenal dedica a los quehaceres dramáticos de Duque y Merino: "Tenemos que confesar que no nos ha sido posible haber encontrado en parte alguna las obras teatrales que como de él mencionan quienes han dedicado sucintas notas informativas al escritor reinosano". (Arenal, 1951 :LVI).
La Gala de las Justas Literarias, presidida por la Reina y Damas de las Fiestas de San Mateo, que se celebra en el Teatro Principal, marca el inicio de estas fiestas de Reinosa y constituye una de sus señas de identidad, junto al desfile de carrozas y el Día de Campoo. Este Certamen Poético es uno de los más antiguos de cuantos se convocan actualmente en España.
Seguramente esta crónica se refiera al Desastre del 98. Las tropas repatriadas de Cuba llegaban por el puerto de Santander; esta crónica relata los hechos que se produjeron en la estación de Reinosa.
El hombre, consciente de su poquedad, y antes de la introducción del cristianismo, veía en los fenómenos naturales la expresión de sus castigos, de sus bonanzas, y de su ansia de trascendencia. El viento, la lluvia, la sequía, la tormenta eran sus deidades; sus iconos, los árboles, el agua, el fuego. Con el cambio de cultura que supuso la adopción del cristianismo la creencia cifrarla ya en el monoteísmo, puso su fe y su esperanza ante sus limitaciones en la imagen de la Virgen María, dando lugar a que surgieran numerosas devociones, siendo Cantabria un lugar donde este culto se extendió rápidamente. A ello contribuyó la difusión de los milagros y prodigios divulgados y cantados por poetas y juglares en el terreno civil, y por las órdenes mendicantes en el terreno religioso.
A lo largo de los siglos se han cantado estas composiciones narrativas llamadas romances por toda nuestra geografía, y el valle de Campoo no ha sido una excepción. Generalmente un ciego o mendigo ambulante iba cantando estas coplillas de pueblo en pueblo y los "chiquillos" que le seguían iban aprendiendo estas letras que narraban un hecho acaecido recientemente. Posteriormente, se cantaban en la intimidad del hogar o bien en las reuniones festivas o de trabajo. Me ha parecido interesante trascribirlas, comentar aquí dos de estos romances antiguos cantados en este valle de Campoo, ya que al ser trasmitidos oralmente su pérdida sería irremediable de no recogerse en papel impreso.
EL POETA DEL PUEBLO:
APROXIMACIÓN A LA POESÍA DE RODRIGO DE REINOSA
A finales del siglo XV la invención de la imprenta y el consiguiente abaratamiento de la edición permiten que se impriman y distribuyan gran cantidad de libros y también que la literatura culta -hasta entonces difundida sobre todo entre la nobleza y el clero a través de los códices manuscritos- y la literatura popular -declamada por juglares y recitadores por plazas y pueblos- experimenten un cierto acercamiento.
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