Durante la edad moderna y contemporánea en la villa de Reinosa, como en otras localidades, se crearon y desarrollaron diferentes fundaciones que dieron lugar a instituciones cuya labor se ha prolongado en ocasiones hasta la actualidad.
Reinosa se conoce y menciona ya desde la Edad Media como lugar habitado y con personalidad propia, aunque no se debe olvidar que mucho antes en nuestro valle sucedieron acontecimientos importantes para la historia de nuestra región, sin embargo en este artículo sólo se va a hablar de Reinosa como una entidad de población diferenciada de otras, y que como tal se la nombre, y únicamente a través de escritores, comentaristas y personajes ilustres que dejaron páginas escritas donde poder rastrear una imagen o un esbozo de nuestra ciudad, de su paisaje o del carácter de sus gentes.
Tal y como entendemos hoy la publicidad, no tiene nada que ver con la primitiva publicidad que se insertaba en los periódicos de finales del siglo XIX, a través de ésta podemos ir comprobando como la sociedad va evolucionando lentamente, como sus usos y costumbres varían de una sociedad tradicional a una más moderna y burguesa. Este cambio de mentalidad que iremos viendo, se acentúa mucho más en nuestra ciudad cuando Reinosa cuente con una industrialización mayor, que hace que sus transformaciones sean más drásticas, al recibir inmigrantes de las provincias limítrofes con la comarca.
Uno de los mas ilustres y desconocidos personajes nacidos en nuestra comarca es el Conde de Revillagigedo, virrey de Nueva España. Su nacimiento en Reinosa está fuera de toda duda ya que se conserva en el Archivo diocesano de Santander la partida de bautismo que lo acredita. Sin base documental alguna se han señalado como su lugar de origen, Gijón (donde se asientan sus descendientes ya en el siglo XIX), Sevilla o Bilbao.
EL POETA DEL PUEBLO:
APROXIMACIÓN A LA POESÍA DE RODRIGO DE REINOSA
A finales del siglo XV la invención de la imprenta y el consiguiente abaratamiento de la edición permiten que se impriman y distribuyan gran cantidad de libros y también que la literatura culta -hasta entonces difundida sobre todo entre la nobleza y el clero a través de los códices manuscritos- y la literatura popular -declamada por juglares y recitadores por plazas y pueblos- experimenten un cierto acercamiento.
Como buen aficionado a la lingüística, desde que llegué a Reinosa empecé a interesarme por la etimología de este topónimo; pero como ninguna de las etimologías conocidas me convencía, acabé por desarrollar la mía propia, válida no sólo para Reinosa, sino también para Renedo y para una numerosa familia de palabras derivadas de la misma raíz.En este estudio monográfico refutaré primero las opiniones anteriores que han llegado a mi conocimiento y posteriormente trataré de demostrar que mi nueva etimología es, la más convincente de todas las propuestas o, al menos, la que mejor sigue la metodología exigible en toda investigación etimológica que quiera considerarse científica.
Una de las manifestaciones más características de la comarca campurriana, dentro del folclore representado por la música, el canto y el baile, es la figura de la panderetera que, aunque es un personaje presente en toda Cantabria y en la mayor parte del norte de España (se extiende por León, Zamora, Salamanca, hasta el centro de la meseta, según Hoyos Sainz), es sin embargo en Cantabria y Campoo donde adquiere un relieve especial. La panderetera no es simplemente una mujer que toca un instrumento, sino que a su ritmo canta unas coplas que, en muchas ocasiones, ella misma ha compuesto. La figura de la panderetera es una institución que tiene una acusada personalidad dentro del folclore local.
El año 1895 se inauguró en Reinosa y su comarca con un gran temporal de nieve que batió la villa durante los meses de enero y febrero; en palabras de Ramón Sánchez Díaz era "tan grande la friura, ha bajado tanto el barómetro, que se han helado los ríos, las capas de nieves y las epidermis".
La importancia que en Reinosa ha tenido la gran industria, especialmente siderúrgica y del vidrio, ha hecho que pasara más bien inadvertida la de la industria alimentaria y mas concretamente la industria quesera, lo cual parece lógico por su relativamente pequeño tamaño, pero no por la gran trascendencia que la instalación en Reinosa de las primeras queserías industriales tuvo en la región y en el país.
No es habitual en Reinosa, a finales del presente siglo, reparar en la actividad ganadera del municipio. De una parte, porque el número de propietarios de ganado es tan escaso, -seis en total- que representan un porcentaje mínimo, y desdeñable en cualquier estadística, en relación con los habitantes dedicados al resto de actividades productivas. Por eso, tanto el visitante como el residente sólo podrán observar algunas decenas de vacas y caballos en sus paseos por la ciudad y únicamente si se desplazan a ciertas zonas de las afueras.
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