En este artículo presento la lectura de la famosa inscripción grabada en la clave de arco del portal nº 76 del Camino Real de la villa de Cartes (Cantabria) que se consideraba indescifrable. Véase aquí su reproducción.
Dentro de Campoo e integradas en una de las siete hermandades de concejos en que se dividió este territorio histórico, nos encontramos con las entidades de población ubicadas en el valle de Valdeolea. Prescindiendo de la existencia de poblados en la zona ya en épocas anteriores a la alta Edad Media, constatada por las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en Camesa-Rebolledo y otros parajes del Valle, el origen de la inmensa mayoría de estos núcleos de población, tal como han llegado configurados a nuestros días, ha de situarse dentro del fenómeno de la repoblación que tiene lugar entre los siglos X al XIII. Todos surgen en torno a iglesias o ermitas y la mayor parte de estos poblados se identifican, en la nomenclatura eclesiástica, con sendas feligresías o parroquias. Debido también a su origen cronológico, en sus iglesias parroquiales predomina el estilo románico (Hoyos, San Martín de Hoyos, Mata de Hoz, Olea, Las Henestrosas, Las Quintanillas).
Tal y como entendemos hoy la publicidad, no tiene nada que ver con la primitiva publicidad que se insertaba en los periódicos de finales del siglo XIX, a través de ésta podemos ir comprobando como la sociedad va evolucionando lentamente, como sus usos y costumbres varían de una sociedad tradicional a una más moderna y burguesa. Este cambio de mentalidad que iremos viendo, se acentúa mucho más en nuestra ciudad cuando Reinosa cuente con una industrialización mayor, que hace que sus transformaciones sean más drásticas, al recibir inmigrantes de las provincias limítrofes con la comarca.
Santiago Delgado Rodríguez - Julio Manuel De Luis Ruiz
INTRODUCCIÓN Y OBJETO
La comarca de Campoo aunque quizás no tenga la tradición minera que puedan tener otras comarcas vecinas como pueden ser Barruelo de Santullán con la minería del carbón, Torrelavega con la minería del zinc o Mataporquera con las explotaciones de caliza para su cementera, sí que es cierto que a lo largo de los años ha desarrollado una minería, de tamaño generalmente reducido, pero suficiente para poder extraer del subsuelo las materias primas existentes en él. La obtención de materia prima constituye la base para el desarrollo económico, industrial y social de las comarcas en general y en Campoo aunque la minería no es tan relevante como puede ser en otras comarcas, por lo menos sí contribuye al sostenimiento del desarrollo local.
En la pequeña villa que era Reinosa a últimos del siglo XIX, se dio la circunstancia, con efectos de providencia, de reunirse un grupo de campurrianos, nativos unos y otros residentes, con cierto nivel cultural en artes y letras, principalmente, que sitúa a Reinosa en un destacado puesto dentro de Cantabria, en este terreno, según acertada observación de José María de Cossío en su obra "Rutas Literarias de la Montaña". Muy relacionados con la capital, algunos fueron asiduos colaboradores de la prensa provincial, otros en actividades artísticas y en cuantas obras de carácter cultural se emprendían, llegando varios de ellos a justificar una importante situación a escala nacional.
Sin duda el valle de Aguayo -o los Aguayos como se llegó a decir- forma parte del área física y cultural campurriana. Pertenece a la misma zona de tierras altas y clima continentalizado que el resto de la comarca. Históricamente perteneció y pertenece a la vieja Merindad de Campoo formó parte destacada de la Hermandad de Cinco Villas en lo civil y de ese arciprestazgo en lo religioso y su habla popular lo diferencia con claridad del montañés fuera del área de virtualidad de la h aspirada inicial y lo entronca con el habla campurriana.
La conmemoración del 75 aniversario de la concesión a Reinosa del título de ciudad supone una excelente ocasión para revisar los acontecimientos sucedidos en la capital campurriana en el transcurso del primer tercio del siglo XX.
(...)
Como en toda la Cantabria, el latín fue el que, en Campoo, durante la dominación romana y visigótica, sustituyó al lenguaje que usaron los cántabros, absolutamente desconocido para nosotros; pues, si es cierto que, en la toponimia de la región, quedan algunos nombres de pueblos y términos de la época de los primitivos pobladores de nuestras montañas, como Izara, Izarilla, Isar, Bucer, Buzandrique, Bucierca, Híjar (Igari), etc., no lo es menos que, al sernos poco menos que desconocido el significado de tales nombres, nos hallamos en la imposibilidad de establecer relación alguna entre ellos y los accidentes topográficos a que fueron aplicados. La lengua de los cántabros, con la dominación romana y visigótica, se perdió definitivamente para nosotros.
A falta de un estudio pormenorizado, intentaremos trazar, a través de estas líneas, tan sólo unos apuntes que ayuden a conocer de manera muy global el ambiente y las figuras más destacadas del panorama artístico de Reinosa y su comarca. En cualquier caso, trataremos de aquellos pintores que tienen una trayectoria consolidada en el campo de las artes plásticas a nivel regional, haciendo mayor hincapié en los pintores finiseculares, por considerar que forman parte ya de la historia de nuestra pintura, circunstancia por la cual hemos sido más generosos, aun a sabiendas de que muchos de ellos sólo tuvieron notoriedad en el panorama artístico local. Punto de partida obligada son, por tanto, los años finales del s. XIX, centrándonos a continuación en el siglo XX, inmediatamente después de que la enorme figura de Casimiro Sainz, ya apagada su vida, ejerciera sobre prácticamente todos ellos una influencia incuestionable y aún perceptible hoy día. En esta línea y más con el fin de que sirva de hilo conductor que con intención clasificadora, surgen de forma natural tres grandes grupos convencionales no porque existan en la pintura campurriana.
Este artículo quiere mostrar una visión forzosamente genérica de Reinosa en 1930. ¿Por qué este año en concreto? Desde el punto de vista político dibuja un momento de transición, mudanza y "crisis" previo a la Segunda República. La ciudad vive por otro lado un periodo de pujanza; en este lapso de tiempo inician su actividad en nuestra ciudad la empresa Cenemesa, Alfa y los Padres Carmelitas, entre otras entidades significativas por diversos aspectos. Comenzó -al igual que el actual- con frío y abundantes nevadas, (1)
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