Estos ingenios de molturación, a medio camino entre la artesanía y la ingeniería industrial, surgen sobre las corrientes fluviales del valle, ya sean permanentes o estacionales, de la necesidad forzosa de transformar en harina los cereales y ciertas leguminosas. El trigo, el centeno y la cebada sólo son panificables si previamente han sido sometidos a molienda y convertidos en harina. Lo mismo sucede con determinados piensos (yeros, ricas y habas) destinados a la alimentación animal.
El desarrollo de Reinosa fue lento, con altos y bajos, con variaciones notables, según las causas que originaban su crecimiento. Si encabezar una Merindad fue consecuencia de un primer despegue en el que influyó una mayor actividad de la agricultura y la ganadería de la comarca, le siguió el asentamiento de sus ferias y mercados y, posteriormente, las instalaciones artesanas que abastecían a la Merindad.
Si pretendemos reconstruir el pasado histórico de cualquier civilización, resultará imprescindible contar con los restos epigráficos que han llegado hasta nuestros días. La incisión de palabras en piedra o en cualquier otro soporte duro con fines de exposición y constancia, ha desempeñado un papel importante en casi todas las culturas (1).
Este artículo es continuación del publicado con el mismo título en el N° 27 de esta revista, en esta ocasión nos ocuparemos de los restantes topónimos campurrianos de origen vegetal.
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