Comenzaremos delimitando el tema sobre el que va a tratar el presente artículo, ya que el título puede parecer un poco pretencioso. No se trata de estudiar toda la producción que exhiben los edificios de Reinosa de elementos arquitectónicos de hierro, sino de fijarnos en lo más representativo que son las rejas y los balcones. Sin embargo, es necesario enumerar los diferentes trabajos de forja que se hallan distribuidos por la ciudad. De modo general se pueden observar bastantes "verjas" que cierran sobre los muros bajos los jardines de casas y chalés, así como las correspondientes puertas de acceso. Entre los numerosos ejemplos se puede citar el cierre de los jardines del edificio de Hacienda y los existentes a lo largo de la calle Castilla. En ocasiones también hay puertas de hierro aisladas, como la que cierra el antiguo cementerio, en el paseo de San Francisco.
INTRODUCCIÓN. CAMPOO DE SUSO EN EL ANTIGUO RÉGIMEN
Desde los tiempos medievales, el territorio ocupado hoy en día por el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso eran tierras del rey. Sus pueblos y concejos, así como sus habitantes, dependían, por tanto, de la jurisdicción real. Teóricamente hombres libres pero faltos de la suficiente protección de la corona debido a la inestabilidad política del reino de Castilla en la Baja Edad Media, ocasionada por la minoridad de sus monarcas y consiguientes luchas civiles, los vecinos de Campoo de Suso, al igual que los de gran parte de las tierras comprendidas entre el Duero y el mar Cantábrico, se vieron obligados a encomendarse, en régimen de behetría, a determinados señores particulares a cambio de la seguridad que el rey no podía darles. Es así como los veinticuatro pueblos de Campoo, salvo puntuales manifestaciones de señorío abacial (monasterios de San Pedro de Cardeña y de San Pedro de Cervatos), se constituyen en otras tantas behetrías colectivas.
William Atkinson era un ingeniero de treinta años natural de Manchester que en 1855 se encontraba trabajando en la construcción del ferrocarril entre Alar del Rey y Reinosa.
La compañía contratista Ferrocarril de Isabel II le requirió para que realizara una serie de fotografías sobre la construcción de este ferrocarril y las circunstancias que le rodearan con intención de regalar una colección fotográfica a la joven reina de veinticinco años Isabel II que como el propio W. Atkinson era también aficionada a la fotografía.
Durante la guerra civil española, un grupo de niños de Santander y su provincia fueron evacuados a la Unión Soviética. Siete de estos niños pertenecían al municipio de Las Rozas de Valdearroyo. (l) Conocer sus nombres, saber por qué fueron llevados a la URSS; por qué al estallar allí la guerra no fueron enviados a un tercer país en paz; saber si volvieron a España, y saber qué les aportó su estancia en la Unión Soviética y si ellos aportaron algo con su estancia allí, es algo que requiere un amplio trabajo. Lo que aquí se pretende simplemente es citar de forma muy resumida unos breves datos de algunos de esos niños.
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