El buscador de utopías
Edición: 1ª ed., 1ª imp.
Fecha Edición: 08/2008
Publicación: Isi Raider (Isidro Miñón García)
Descripción: 200 p. il. 21x15 cm
Encuadernación: rúst.
Imprime: Gráficas Guardo 98, S.L.
Poco se sabe con exactitud del origen y fundación de Reinosa. Diversa documentación así como los restos arqueológicos encontrados en 1957 en el nº 16 de la calle de La Pelilla confirman la existencia de una aldea a finales del siglo VII o comienzos del siglo VIII.
Por el Becerro de Behetrías se conoce que en el siglo XIV, Reinosa tenía 30 solares, lo que permite hacernos una idea del tamaño de la aldea (en torno a 120 habitantes).
Luis Ángel Moreno Landeras y José Antonio Gutíerrez Delgado
INTRODUCCIÓN
La situación histórica, geográfica, social y económica que antaño vivió la comarca campurriana, ha sido la causa por la que los remedios medicinales populares han estado muy arraigados entre la población y han mantenido su vigencia hasta mediados del siglo XX.
Los conocimientos curativos constituyen un apartado más de la tradición popular que es necesario preservar del olvido para poder estudiar y admirar mejor en su conjunto la cultura rural de la zona.
No es habitual en Reinosa, a finales del presente siglo, reparar en la actividad ganadera del municipio. De una parte, porque el número de propietarios de ganado es tan escaso, -seis en total- que representan un porcentaje mínimo, y desdeñable en cualquier estadística, en relación con los habitantes dedicados al resto de actividades productivas. Por eso, tanto el visitante como el residente sólo podrán observar algunas decenas de vacas y caballos en sus paseos por la ciudad y únicamente si se desplazan a ciertas zonas de las afueras.
Una de las manifestaciones más interesantes entre las costumbres de Cantabria, está reflejada en las reuniones que tenían lugar en las cocinas de nuestros pueblos bien acogiéndose a la buena disposición de ciertas familias acreditadas o a la de algunos vecinos con posibilidades para hacer este tipo de recepciones y aguante suficiente para cargar con las molestias de rigor.
En mi labor de campo a la búsqueda de información relacionada con la textilería tradicional de Cantabria, he hallado algunos utensilios que, si bien no totalmente desconocidos, llamaron mi atención por su relativa originalidad. De ellos, aquel cuyo tipo es documentalmente más conocido, dentro de su rareza, apareció en el Valle de Ruesga, pero los testimonios de utilización de los más singulares los encontré en el ámbito de la antigua Merindad de Campoo.
Habitualmente en las ciudades, poblaciones grandes, comarcas y regiones sus habitantes son conocidos por un gentilicio que los identifica, en la mayoría de los casos el nombre del lugar seguido de un sufijo, de España “españoles”, de Campoo “campurrianos”, etc.
Las poblaciones de gran tamaño, como capitales de provincia y capitales judiciales o administrativas tienen su propio gentilicio, como lo son los “santanderinos” o los “reinosanos”.
"El fantasma del espejo arrastra mi carne hacia fuera, y al mismo tiempo,
todo lo invisible de mi cuerpo es capaz de investir a los otros cuerpos que veo".
Comentarios recientes