Aguayo

El Marquesado de San Miguel de Aguayo y su obra indiana

Manuel García Alonso

   
En un artículo anterior en esta misma publica­ción (GARCÍA ALONSO 1999) ya pusimos de manifiesto que la villa de San Miguel de Aguayo y su barrio de Santa Olalla fue durante la Edad Moderna un señorío jurisdiccional, concreta­mente un marquesado. Ahora volvemos sobre esta cuestión porque aún es menos conocido el papel protagonista que los marqueses con ese título tu­vieron en el Nuevo Mundo, concretamente en la conquista y colonización del enorme territorio de frontera entre la Sierra Madre Oriental y el Seno Mexicano, por entonces los confines del imperio hispánico.

De toponimia menor aguayesa

Manuel García Alonso

ACERCA DEL VALOR DE LA TOPONIMIA
 
Nombrar la realidad la delimita y la hace manejable para quien la nombra. El espacio, como una parte básica de esa realidad -una parte indudablemente importante para el hombre pues de allí proceden todos los recursos que le permiten desarrollar su vida personal y comunitaria- también debe ser nombrado. El espacio que carece de nombre no existe como categoría mental de análisis, por tanto no existe "realmente" para el grupo humano que allí vive. La toponimia documenta y estudia los nombres de lugar, los cuales constituyen una apropiación mental del espacio con un elevado contenido social, ya que el manejo del espacio, en este sentido, resulta no solo necesario sino imprescindible para quienes viven de él.
 

Señores y señoríos en el valle de Aguayo

Manuel García Alonso

EN LOS COMIENZOS
El valle de Aguayo, conformado por la suma de las dos antiguas jurisdicciones de las villas de San Miguel y Santa María, ha ofrecido ya alguna evidencia arqueológica y documental del origen medieval de los actuales núcleos de población. La primera noticia procede de un documento del siglo XII en que la reina Urraca cede los "monasterii" de San Lorenzo de Pujayo y de San Miguel de Aguayo. En 1245 una carta firmada por el rey Fernando III de Castilla, recoge la existencia en Aguayo de tal monasterio -iglesia- de "Sancti Michaelis que est situm in villa de Aguayo cum omnibus coloniis suis et omni hereditate" , al renovar un privilegio concedido por su abuelo Alfonso VIII a San Lorenzo de Pujayo, monasterio y alberguería a la cual pertenecía el citado de San Miguel (1).
 

Los carboneros de Aguayo. El final de un oficio y el principio de la memoria

Manuel García Alonso

Sin duda el valle de Aguayo -o los Aguayos como se llegó a decir- forma parte del área física y cultural campurriana. Pertenece a la misma zona de tierras altas y clima continentalizado que el resto de la comarca. Históricamente perteneció y pertenece a la vieja Merindad de Campoo formó parte destacada de la Hermandad de Cinco Villas en lo civil y de ese arciprestazgo en lo religioso y su habla popular lo diferencia con claridad del montañés fuera del área de virtualidad de la h aspirada inicial y lo entronca con el habla campurriana.
 
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