En este artículo trataré de las etimologías de algunos términos cántabros que contienen el radical JAN- (o sus variantes HAN-/ AN) y estudiaré su posible relación con el dios romano IANVS/ JANO, que algunos autores han supuesto. Me apresuro a responder al interrogante del título y afirmo rotundamente ya desde ahora que, como demostraré, no existe ninguna relación entre Bijanera, Pico Jano, Montehano y el dios Jano. También desmentiré la intervención del étimo "fanum" en los orónimos Pico Jano y Montehano, así como en los topónimos Soano y Suano.
Cuadernos de Campoo
Época II. Año III. Número 5. Enero 2010
Cuadernos de Campoo es una publicación de la Casa de Cultura “Sánchez Díaz”
Equipo asesor: Jesús Allende Valcuende, Manuel García Alonso, Javier González Díez, Daniel Guerra de Viana (Coordinador), Joaquín Gutiérrez Osés, Mª Elena Marchena Ruiz, Encarnación-Niceas Martínez Ruiz
Fotografía de cubierta: Fernando Obregón Goyarrola
Esta es la última entrega de la serie sobre toponimia campurriana, que he ido agrupando por temas; en este capítulo trataré de los topónimos restantes. No pretendo ser exhaustivo, pues algunos topónimos son fácilmente interpretables, como OTERO, ARCERA (1), o se definen en los diccionarios, como LA SERNA; otros son indescifrables, como PROAÑO, AROCO, LANTUENO, o de etimología discutida, por lo que habrá que esperar nuevos datos... o una inspiración; finalmente, la etimología de SUANO, junto a la de otros términos cántabros relacionados, la reservo para otro artículo.
En este capítulo de la serie "Toponimia campurriana" trataremos de los topónimos que aluden al relieve o configuración del terreno: montes, valles y llanos.
MONEGRO Y MONTESCLAROS
Empezando por los montes, tenemos en Campoo de Yuso el pueblo de MONEGRO. Su significado es claro: "Monte Negro". Fonéticamente ha seguido una evolución bastante normal: se trata de una apócope, Mont Negro (docum. en 1183) > Monnegro (docum. en 1352) - como en santo > sant > san-, seguida de la simplificación de las dos enes (ya Monegro en el s. XV). La misma reducción fonética se da en Fonte-Negra > Fonegra (Noja). Más evolucionado es Muñegro (microtopónimo del valle de Aras), en que la n doble de Monnegro pasó a pronunciarse ñ (como en annus > año).
Este artículo es continuación del publicado con el mismo título en el nº 41 de estos Cuadernos de Campoo
RÍAÑO
Existen varias poblaciones con el nombre de RIAÑO en Cantabria (Santillana, Solórzano, Escalante, Mazcuerras) y en las provincias vecinas, siendo el Riaño de León el mejor documentado: figura como Rianclo (ultracorrección en lugar de *Rianglo) y Riángulo en el s. XI. Estas formas ponen de manifiesto la etimología: latín Ri (v) i-ángulus = ángulo del río. Efectivamente, el antiguo Riaño leonés, ahora inundado por el embalse de su nombre, estaba situado en la cofluencia de los dos brazos que forman el río Esla; es decir, en el ángulo del río.
En este artículo de la serie "Toponimia Campurriana" trataremos de los nombres de lugar de la comarca campurriana relacionados con el agua; es decir, de los hidrotopónimos.
GENERALIDADES
Un sencillo derivado de agua es AGUAYO, a través del latín Aquarium (abrevadero, pila de agua) o del adjetivo Aquarius (relativo al agua), por ser lugar de abundantes arroyos. La evolución fonética del sufijo -ariu es de tipo italiano (acquaio), ya que la variante normal está representada por AGÜERO (o por el femenino AGÜERA) en la misma Cantabria.
Aunque se trata de un orónimo, es digno de mencionar aquí el Pico TRES MARES, antes llamado Pico TRES AGUAS (así figura p. ej. en el mapa escala 1/50 000 del I.G. Catastral n° 82, año 1931). Es bien sabido, aunque aún muchos lo ignoren, que de este singular trifinio hidrográfico proceden las aguas que vierten a los tres mares de la Península Ibérica.
Nombrar la realidad la delimita y la hace manejable para quien la nombra. El espacio, como una parte básica de esa realidad -una parte indudablemente importante para el hombre pues de allí proceden todos los recursos que le permiten desarrollar su vida personal y comunitaria- también debe ser nombrado. El espacio que carece de nombre no existe como categoría mental de análisis, por tanto no existe "realmente" para el grupo humano que allí vive. La toponimia documenta y estudia los nombres de lugar, los cuales constituyen una apropiación mental del espacio con un elevado contenido social, ya que el manejo del espacio, en este sentido, resulta no solo necesario sino imprescindible para quienes viven de él.
Este artículo es continuación del publicado con el mismo título en el N° 27 de esta revista, en esta ocasión nos ocuparemos de los restantes topónimos campurrianos de origen vegetal.
LOS CARABEOS
Formas antiguas documentadas: Carabeo en 1119 y Caraveo en 1168, según el libro "Los Carabees" (Santander, 1979) de Agustín Rodríguez Fernández (al que aquí citaré con la abreviatura "Car." y la indicación de la página). Puede suponerse que Carabeo, en singular, sería el nombre primitivo de toda la zona; al establecerse allí varios barrios (1), es lógico que se formase el plural "Los Carabeos" para referirse al conjunto de los mismos.
Continuando con la serie iniciada en el n° 16 de esta revista, trataré en esta segunda entrega de los llamados fitotopónimos (nombres de lugar relacionados con la vegetación) de la comarca campurriana.
GENERALIDADES
Esta familia de topónimos es numerosa, ya que nada más "natural" para designar un lugar que aludir a la vegetación predominante en dicho lugar; más tarde, el nombre del terreno pasa a denominar a la población asentada sobre el mismo.
Tras haber publicado en esta revista mis etimologías de Reinosa y Campoo, inicio ahora una pequeña serie de artículos sobre otros topónimos campurrianos. Como es lógico, no pretendo ser exhaustivo; sólo trataré de aquellos topónimos de los que pueda dar alguna explicación. En algunos casos, la etimología ya es conocida por los especialistas en la materia, pero conviene divulgarla aunque sólo sea para desechar las etimologías erróneas que circulan entre los aficionados; en otros casos, expondré por primera vez mi propia opinión adecuadamente razonada.
En esta entrega me ocuparé de los topónimos que aluden al tipo de poblamiento (como villa, quintana, etc.) y, como caso particular, de los que incluyen el nombre de su posesor o propietario.
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