En el libro de sesiones del Excmo. Ayuntamiento de Reinosa, correspondiente al año de 1879, que, milagrosamente, persistió tras el incendio de 1932, se recoge un informe del Alcalde acerca de las gestiones realizadas, en relación con las ya inmediatas Ferias y Fiestas de San Mateo, refiriéndose a los fuegos artificiales que había encargado a Palencia (no Valencia) y al contrato pendiente con los dulzaineros de Frómista “por si quieren venir a tocar a dicha Feria por la retribución de sesenta pesetas".
De entre la extensa y variada producción del Duende de Campoo, en la que se pueden encontrar novelas, obras teatrales, poesía, artículos costumbristas, reflexiones de temas variados y hasta algún guión de cine, podemos destacar por su interés, tanto de investigación como de conservación de la memoria colectiva de las gentes del valle de Campoo, los artículos, de carácter fundamentalmente histórico y etnográfico, que escribiera para la revista FONTIBRE, editada por la Junta de Trabajo de la Casa de la Cultura "Sánchez Díaz" de Reinosa, y que entre Septiembre de 1956 y Julio de 1963 contribuyó decisivamente a estimular el interés de los campurrianos por los temas de su propia tierra.
Terminábamos el artículo anterior haciendo referencia a dos puntos importantes referente a nuestro folklore : la asignatura pendiente que tenemos los cántabros en general y los campurrianos en particular en cuanto a un estudio profundo y la confirmación de que realmente somos un pueblo cantarín.
Este segundo punto se confirma con los muchos grupos que en Reinosa han existido de coros, rondas, rondallas, grupos de baile etc.
Suano (1) es una población con características propias de aldea y pedanía que pertenece al Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso (Cantabria) y depende del partido judicial de Reinosa. En el valle de Campoo, bajo las faldas de la sierra de Híjar, a 929 metros de altitud, los campurrianos de Suano han experimentado la transformación de la vida considerada tradicional en favor del desarrollo tecnológico y de la emigración. Se trata de una circunstancia vital generalmente interpretada desde la antropología social como conflicto entre tradición y modernidad (2).
Os hablo aquí del tiempo en que, siendo muchachos, íbamos a la escuela; del tiempo que querríamos volviese, pero que es imposible. De las ilusiones, de las esperanzas que llevábamos en el corazón; de nuestra inocencia; de las luciérnagas, que creíamos estrellas, porque era muy pequeño nuestro mundo y estaba muy bajo nuestro cielo.
El escritor italiano Giovanni Mosca ponía estas palabras al comienzo de un bello y poco conocido libro escrito a mediados del siglo que ahora termina, cuyo título original, "Riccordi di Scuola", he querido poner al frente de estas pocas líneas evocadoras de lo que fueron las escuelas y la educación por tierras campurrianas hasta hace no más de un par de generaciones.
La arquitectura, especialmente la popular, nace atendiendo a los condicionamientos de la zona donde se enclava y como respuesta a las necesidades de uso de sus habitantes. Aquí aparece en primer término, el reducto arquitectónico más ligado al hombre.
Dice Enrique Franco en un artículo escrito en “Fontibre, revista de Campoo” editado por la Casa de Cultura Sánchez Díaz de septiembre de 1956 “...Un hombre va por el camino. De pronto rompe a cantar. Triste o alegre, según su estado de ánimo. Lo que el hombre canta es algo que ha escuchado cantar a otros... pero cuando él canta lo que aprendió de otros pone matices personales y ocasionales. Pone el timbre de su voz, distinta a las demás, como la huella digital del sonido, pone además la especial cadencia de su manera de hablar... Pero el hombre del camino es, consciente o inconscientemente, capaz de convertirse en instrumento musical, capaz de producir música, capaz de establecer un orden entre los sonidos que produce su manera de sentir y de pensar.... El hombre del camino hace música por espontánea necesidad y dentro de un estilo que le impone el tiempo, las fuentes donde las aprendió, el lugar donde nació y vive y los sentimientos de su propia intimidad....
Es muy común que todos conozcamos a nuestros padres, y también a nuestros abuelos; ya más rara es la referencia a los bisabuelos, y muy difícil la de tatarabuelos, sobre todo si ha de transmitirse por vía oral. Hasta aquí o más allá, la inutilidad aparente de toda búsqueda nos desanima y desinteresa sin más.
Hace veinte años, tuve la suerte de rescatar una colección de documentos familiares en una vivienda de Loma Somera, que llevaba al menos otros veinte deshabitada, y los papeles estaban metidos en un viejo arcón. Es la casa de mis abuelos maternos.
El canto y el baile constituyen una actividad que nace con el hombre, que es consustancial a él. Se puede afirmar que no existe ni existió pueblo que de alguna manera no use la música en alguna de sus variantes o para una u otra actividad, y desde tiempos muy remotos se vio el beneficio que sobre el hombre ejerce. Ya los griegos hablaban del “Men sana in córpore sano” creyendo a la música buena para la primera junto a las matemáticas en la que se basa en gran parte, y el deporte para la segunda como ya sabemos puesto que nos dejaron las olimpiadas de las que también existía las musicales de cantores y tañedores de instrumentos, aunque éstas menos conocidas.
A mediados del siglo XIX, el norte de la península vive el auge de los balnearios. Varios factores explican este fenómeno.
Los primeros "balnearios de ola" de la costa, que se habían establecido imitando los focos franceses de más renombre (Bayona, Biarritz), vivieron una coyuntura expansionista favorecidos por las revueltas que se desarrollaban en el país vecino y por la aparición del cólera en 1848, lo que desvió hacia nuestro país a numerosos clientes de elevado status social. La reina Isabel II acudía a Ontaneda a tomar las aguas; miembros de la familia real recalaban en nuestra región cada vez con mayor asiduidad, y con ellos una aristocracia y burguesía deseosas de imitar sus hábitos.
Comentarios recientes