In memorian
Nadie podrá olvidar, tanto los que le conocíamos como los que no tuvieron trato con él, su figura alta, su barba poblada y su andar por las calles de Reinosa. Su figura imponía respeto pero a la vez desprendía un extraña proximidad porque Javier era una persona entrañable. Esto lo fuimos aprendiendo con el paso del tiempo y nuestro acercamiento a él.
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