A María por su buen humor y, fuerza en los momentos difíciles.
INTRODUCCIÓN
La investigación que venirnos realizando en el conjunto megalítico de "Los Lagos", desde el año 1996, se enmarca en un proyecto de mayor alcance denominado: "La Arqueología Prehistórica en el valle de Campoo de Suso, Enmedio, Reinosa y Santiurde de Reinosa"; del que ya se expusieron algunos resultados en esta misma revista, en su número 2 (Gutiérrez Morillo, 1995).
Este proyecto de investigación, tanto en su fase de prospección como de excavación, ha contado con los preceptivos permisos y subvenciones de la Consejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Cantabria, dentro de los planes anuales de investigación arqueológica.
CONTEXTUALIZACIÓN FÍSICA Y DESCRIPCIÓN DEL CONJUNTO MEGALÍTICO DE "LOS LAGOS"
Contextualización física
El conjunto megalítico de "Los Lagos" se encuentra situado en terrenos de la Hermandad de Campoo de Suso, a 1730 m.s.n.m. (lo que hace de él el más alto hasta hoy excavado en Cantabria), en la hoja nº 107 del M.T.N. (Barruelo de Santullán), con unas coordenadas geográficas de 42º 59' 38'' N. y 4º 19' 20'' W.
El conocimiento de la existencia de estructuras en este lugar data de antiguo aunque siempre el "saber popular" las asociaba a cabañas de pastores o incluso a pintorescas leyendas, como aquella en la que las cámaras megalíticas eran lugares a los que acudían las pastoras a dar a luz a aquellos hijos cuyo nacimiento no debía ser objeto de muchas alegrías (¿puede estar detrás de esta historia el hecho de que alguna vez se encontrasen restos óseos en estos lugares?).
Pero como hemos podido observar más arriba el lugar siempre ha estado relacionado con un ambiente pastoril que todavía hoy conserva (aspecto sobre el que insistiremos más adelante)(foto l), puesto que el conjunto se sitúa en una amplia campa con una suave inclinación Norte- Sur y con una pendiente más inclinada hacia el Oeste y sobre todo, al Este, donde la caída es casi vertical sobre el río Híjar.
Este aspecto puede haber contribuido, aunque de manera involuntaria, al deterioro de las estructuras, al ser utilizados los ortostatos de las cámaras como "piedras saleras", como bases para las piras en las que tradicionalmente se incineraban los animales que morían o incluso, como materia prima para la construcción de cabañas como es el caso del monumento de "Los Lagos II".
La geología se caracteriza por una base de areniscas (Hernández Pacheco, 1944) del Buntsandstein (Triásico Inferior), que junto con los conglomerados forman el roquedo típico de la zona.
Las areniscas, que se presentan más o menos arcillosas, son de grano fino con estructuras más regulares que los conglomerados. Estas rocas, al fragmentarse, lo hacen en forma de lanchas, que hasta hoy se han utilizado como losas en la construcción.
Estas losas o lanchas fueron utilizadas por los constructores de megalitos en la fabricación de sus monumentos, puesto que se encontraban en la cercanía de los mismos.
Sobre esta base se ha generado un suelo de tipo, fundamentalmente, cambisol districo (Moreno y Cendrero, 1987; Pintos Muiños et allii, 1984), que es el tipo más extenso en Cantabria.
Según los autores citados más arriba, estos suelos son pobres en sustancias nutritivas, pero muy adecuados para prados y pastizales en áreas de poca pendiente (como es el caso de la campa de Los Lagos), siendo en zonas de mayor pendiente eminentemente forestales.
Descripción del conjunto megalítico de Los Lagos
El conjunto megalítico de Los Lagos se compone, hasta lo que sabemos hoy, de tres cámaras funerarias megalíticas (fotos 2 y 3), denominadas "Los Lagos I, II y III"; de una estructura, los Lagos IV, cuya naturaleza aún no hemos podido perfilar en detalle, pero que probablemente, se trate de un lugar de uso especializado, ya sea algún tipo de estructura habitacional o de un lugar de talla de artefactos, puesto que en la campaña del 99, que acaba de terminar, hemos encontrado un percutor de cuarcita asociado a un lasca de sílex negro (foto 4).
Además de estas estructuras, han aparecido dos menhires en la propia campa de Los Lagos (fotos B y C), y otro, descubierto en la campaña del 99, en una zona anexa llamada el Sel Viejo (foto 5). Este último, que hemos bautizado con el nombre de "menhir Dama" (por sus descubridores, David López y Raúl Mantilla), presenta ciertas características que lo acercan al tipo de los denominados "fálicos".
A todo ello, debemos sumar manifestaciones de arte megalítico, predominando las cazoletas, que en algún caso se concentran de manera ingente, como en la que hemos llamado "piedra de las cazoletas" (foto D).
Si nos paramos un tanto a pormenorizar la breve descripción del conjunto que hemos hecho más arriba diremos:
1/ En cuanto a las estructuras funerarias, hasta el momento, se ha excavado, únicamente, la de mayor porte, es decir, "Los Lagos I".
Presenta este monumento megalítico una estructura de cámara poligonal bien conservada, compuesta por trece ortostatos, más o menos situados en su posición original y cuatro desplazados.
La cámara tenía un enorme "pozo de saqueo", lo que ha provocado, que no encontremos restos óseos ni, prácticamente, restos materiales dentro de ella; que aunque abundantes, se han encontrado, sobre todo, al excavar la estructura tumular (más de centenar y medio de artefactos, sin contar los encontrados en la campaña del 99).
El diámetro mayor de la cámara es de 3.8 m. en dirección E/W y el menor 2.7 m. en dirección N/S. El perímetro del túmulo es de unos 36 m.
La estructura de la masa tumular no es caótica, sino que responde a una intencionalidad precisa, puesto que está compuesta por una capa superficial de suelo vegetal que oscila entre 20-30 cm. de grosor. justo debajo aparece un conjunto de pequeñas piedras areniscas de forma irregular mezcladas con tierra; probablemente esta sería la cubierta primitiva del túmulo.
En un nivel inferior encontramos piedras de mayor tamaño, que están dispuestas de forma inclinada hacia la cámara, formando, en algunos lugares, hasta dos anillos concéntricos y cuya función consistiría en aguantar los empujes de la cámara.
2/ "Los Lagos IV", se descubrió al mover el menhir 2, el más pequeño, para comprobar que no presentaba elementos artísticos en la cara no visible, como así ocurrió.
Para efectuar esta operación, en primer lugar, se realizó una pequeña trinchera que rodeaba el menhir, con el fin de establecer su grosor y efectuar palanca para poder moverlo. Sin embargo, en esta operación apareció una espléndida lámina de sílex negro, lo que nos impulsó a cuadricular el terreno sobre el que descansaba el menhir y proceder a su excavación.
Hasta el momento, sin contar con los hallazgos de la campaña del 99, hemos recuperado en los Lagos IV, 73 artefactos.
3/ Los menhires descubiertos hasta el momento, son tres:
-. Menhir A, se encontró tumbado en dirección NE/SW.y está realizado en arenisca, con su zona distal fracturada. En la actualidad está en posición vertical (foto A) a unos 200 m. en dirección NW de "Los Lagos I".
Presenta una longitud máxima de 3.3 m. y una anchura máxima de 90 cm. , por lo que se situaría en el tercer lugar, en cuanto a longitud, de los encontrados, hasta hoy, en Cantabria, después del de Barcedo (3.95 m.) y La Puentilla (3.8 m.) (Teira Mayolini, 1994).
En su parte proximal conserva una pequeña cazoleta, lo que, tal vez, nos esté indicando que pudo tener algún tipo de decoración grabada, que se haya perdido por su utilización como "piedra salera" durante muchos años.
-. Menhir B, tumbado en el suelo en dirección NW/SE y realizado en arenisca, se encuentra a unos 300 m. en dirección SW de "Los Lagos I".
Tiene una longitud máxima de 1.8 m. y una anchura máxima de 70 cm.
Estas medidas lo sitúan entre los más pequeños, hasta hoy conocidos en Cantabria, siendo únicamente mayor que el de Los Callejos (1.59 m.), aunque de dimensiones muy parecidas al Ilso de Lodos (1.86 m.) e Ilso Grande (1.87 m.).
-. Menhir C ("menhir Dama"), se ha encontrado durante la campaña del 99 y está fuera de la campa de Los Lagos, propiamente dicha, en una braña inferior separada de Los Lagos por una fuerte pendiente, denominada El Sel Viejo.
Apareció en posición inclinada y está realizado en arenisca, presentando un marcado reborde en su zona distal, lo que nos ha llevado a incluirlo en el tipo de "menhires fálicos", que no se conocían hasta el día de hoy en Cantabria.
Sus medidas son 2.68 m. de longitud máxima, por una anchura máxima de 90 cm. El "glande" presentaría una longitud de 64 cm. por una anchura de 45 cm.
Por tanto, podemos decir que se encuentra ligeramente por encima de la media de los menhires que aparecen hincados en Cantabria, que es de 2.36 m. (Teira Mayolini, 1994) y muy cercano a las medidas del llso de Anguía de Guriezo (2.57 m.) y del de Alto Guriezo (Guriezo/Liendo) con 2.67 m.
LA CULTURA MATERIAL
La cultura material de lo excavado en el conjunto megalítico de Los Lagos, la podemos dividir en tres grandes grupos:
Grupo A: Industria lítica (fotos 6 y7), es el grupo más numeroso como ya se ha indicado más arriba.
Los tipos más representativos de "Los Lagos I", serían los buriles, las puntas, los raspadores, los perforadores, las lascas, las láminas y los denticulados. Fundamentalmente realizados en sílex y cuarcita (no conviene olvidar que el sílex o pedernal, es una roca que no se encuentra en Campoo y que por tanto fue traída por los constructores de estos megalitos o fue objeto de intercambio con otros grupos humanos, como ha ocurrido en el valle de Campoo de Suso hasta el primer tercio del siglo XX con las "piedras de trillo").
Cabría también señalar la escasez de microlitos geométricos, artefactos muy típicos de los ajuares megalíticos y de los cuales sólo se han recuperado cinco.
Por otro lado, indicar que en este monumento también se ha recuperado un yunque con su superficie superior claramente alisada, existen noticias de este elemento también en el yacimiento de Peña Oviedo (Diez Castillo, 1991).
Por su parte, en "Los Lagos IV" predominan las lasquitas de talla y los fragmentos de láminas, escaseando los utensilios retocados si exceptuamos las puntas, los buriles y los denticulados. También la mayoría de ellos están fabricados en sílex, aunque aquí aparecen utensilios fabricados en cristal de roca, que casi no aparecían en "los Lagos I".
Estas diferencias nos hacen inclinarnos por una diferente función entre los dos lugares. Uno claramente funerario y el otro más tendente a ser considerado, a manera de primera hipótesis, como un lugar en el que, al menos, se realizaba una función primaria de talla, como parecen demostrar las lasquitas de talla y los fragmentos de láminas, así como el hecho de que en la campaña del 99, como hemos indicado más arriba, se haya encontrado un percutor asociado a una lasca de sílex.
Por último, también indicar que en este lugar, en la campaña de este año, se ha constatado el trabajo en hueso.
Grupo B: Elementos suntuarios. En "Los Lagos I", el elemento más claro es el ámbar, una resina fósil de coníferas, que fue muy apreciada, incluso desde el Paleolítico Superior, atribuyéndosele en algunos casos propiedades medicinales.
El encontrado en los Lagos V es de origen Cretácico y representa un claro ejemplo de material de intercambio, aunque aún no podemos definir el alcance de estos intercambios - señalaremos que también se han encontrado restos de ámbar en el yacimiento de La Velilla (Osorno, Palencia), (Delibes de Castro y Zapatero Magdaleno, 1996).
En "Los Lagos IV" se ha encontrado un pequeño fragmento de una cuenta de collar facetada de azabache.
Grupo C: Restos orgánicos. Fundamentalmente cáscaras de avellanas carbonizadas en "Los Lagos I" y carbón en "Los Lagos I" y "Los Lagos IV". Así como huesos de animales, alguno trabajado, en "Los Lagos IV".
MODOS DE VIDA
Los constructores de megalitos no elegían al azar los lugares donde situaban sus construcciones. Dos parecen ser las premisas espaciales que debían cumplir los lugares que albergaban estas construcciones.
La primera de ellas sería la de lugares desde los cuales se pudiese tener una amplia visión. Sería el principio de "ver y ser vistos".
El conjunto de Los Lagos es paradigmático a este respecto, puesto que desde el monumento de "Los Lagos II", no sólo se tiene una total panorámica del valle de Campoo de Suso, sino del pantano del Ebro e incluso de la provincia de Burgos.
Otro elemento importante del principio expresado más arriba sería la posible conexión visual entre los monumentos; así, por ejemplo, desde la campa de Los Lagos se divisa el monumento megalítico de Paracuelles (este es el único hasta ahora claramente conservado en el valle, puesto que otro que estaba situado a la izquierda del comienzo de la carretera que sube a Abiada, fue, más que irresponsablemente, involuntariamente destruido por falta de conocimientos, al descargar piedras bajadas del monte en ese lugar, como pago por la realización de unas pistas forestales en la Hoz de Abiada).
Por tanto, estos lugares, aparte de la primordial función funeraria, cumplirían la posible función de marcadores del territorio.
La segunda sería la de estar en collados, divisiones de aguas, etc. (Teira Mayolini, 1994), tal vez, como indicadores de rutas o caminos.
Pero cabría preguntarse qué tipo de organización social estaría detrás de los constructores de estas impresionantes tumbas. Probablemente, sociedades de tipo seminómada, o al menos con algún tipo de movimiento estacional, que en nuestro caso se sigue realizando hasta el día de hoy. Gentes con formas de vida pastoril, aunque no exclusivamente pastoriles, que se moverían siguiendo una trashumancia de no muy largo recorrido (aunque no cabría descartar que en algún momento se hicieran trayectos más largos, para aprovisionarse de sílex o de otros elementos que no se encuentran en la zona), desde el valle hacía las praderías de altura a finales de la primavera y durante el verano hasta el comienzo del otoño. Con la llegada de las primeras nieves, comenzaría el regreso de nuevo hacia el valle, en el que se permanecería durante el resto del otoño y el invierno, hasta que la llegada de la primavera trajera consigo el deshielo y comenzase un nuevo camino de subida paulatina.
¿Era ésta una sociedad igualitaria?. La respuesta a esta pregunta es a día de hoy controvertida; hasta hace poco tiempo parecía afirmativa pero en la actualidad se encuentra cuestionada por alguno de los grandes especialistas en el tema como el Dr, Germán Delibes de Castro, puesto que no parece tan claro que dentro de estas cámaras se enterrase a todo el mundo, ni todo el mundo se enterrase de igual manera. Pero al fin y al cabo serían sociedades simples, con un nivel de organización no más complejo que las jefaturas o la tribu (Renfrew y Bahn,, 1993, pág. 187).
¿Qué impulsaba a estos hombres y mujeres a realizar un esfuerzo tan grande en la construcción de estas tumbas?. Probablemente una idea religiosa, o al menos trascendente; pero su esencia última se nos escapa, de igual manera que se nos escapa el porqué de las más antiguas pinturas de Altamira, El Castillo, La Garma o El Pendo.
Aunque otros arqueólogos defienden, como es el caso de A. Saxe (citado en Renfrew y Bahn, 1993, pág. 189), que en aquellas sociedades en que la descendencia de un antepasado común legitima el uso de la tierra, los difuntos tendrían un lugar privilegiado y por tanto estas tumbas colectivas tendrían además de una función religiosa otra social, como "centro simbólico de la comunidad".
¿Dónde vivían? Parecía que estos constructores de tumbas, solo hacían eso, tumbas. Una "sociedad de rnuertos" en palabras del Prof. Delibes de Castro.
Pero hoy sabemos que construían sus lugares de habitación no demasiado lejos de sus tumbas, como parecen demostrar los casos de los yacimientos de La Velilla (Osorno, Palencia) (Delibes de Castro y Zapatero Magdaleno, 1996), Peña Oviedo (Camaleño, Cantabria) (Diez Castillo, 1996) y ¿Los Lagos IV?
Pero, tal vez, el carácter móvil de estos grupos humanos sea el principal inconveniente para que localicemos sus lugares de habitación, puesto que sus construcciones no dejarían excesivas improntas en el terreno.
Como hemos visto en este pequeño repaso a alguno de los interrogantes principales que suscitan estas construcciones, largo es aún el camino de investigación que nos queda por recorrer.
LA CUESTIÓN CRONOLÓGICA
En primer lugar decir que en el proceso de excavación del conjunto megalítico de Los Lagos se han recogido muestras de carbón de diferentes lugares y niveles, lo que esperamos que en un futuro cercano nos facilite dataciones absolutas que nos permitan situar cronológicamente, con precisión, su construcción y devenir.
Mientras tanto ubicaremos este conjunto dentro de las fechas, hasta hoy conocidas, para este fenómeno en la cornisa cantábrica (Arias Cabal, 1995; Diez Castillo, 1995; Serna González, 1997), en zonas meseteñas cercanas como es el caso de La Lora burgalesa (Delibes de Castro et alli, 1993) y La Rioja (López de Calle y Pérez Arrondo 1995).
Todos estos lugares parecen centrarse en torno a fechas que van desde el 4000 cal. B.C., hasta mediados del IV milenio cal. B.C.; por lo que nos parece razonable situar el conjunto megalítico de Los Lagos en este horizonte cronológico, hasta que las dataciones absolutas del mismo nos permitan mayores precisiones.
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Agradecimientos: aprovecho estas líneas para agradecer a los dos alcaldes del Excmo. Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso, que han conocido este proyecto D. Nicanor Gutiérrez, que me enseñó el lugar, y D. Pedro Luis Gutiérrez, que siempre ha estado dispuesto a "echarnos una mano", su desinteresada ayuda. A Yolanda, Laura y Guillermo (mi mujer y mis hijos, por las horas perdidas). A Esmeralda, David, María 1, María 2, Raúl, Raquel, Irene, Silvia, Sonia, Javier 1 y Javier 2, Ricardo, Ángel..., por su desinteresada colaboración. Al albergue de La Cotera de Abiada, por su paciencia, su trato y su comida. A D. Manuel Rey, gerente de la empresa A-Rental, siempre dispuesto a ayudar con los todo-terrenos y por fin a mi amigo Joaquín Gutiérrez, que nos sacó de algún apuro.
Alonso Gutiérrez Morillo*
Director del Proyecto de Arqueología Prehistórica en el valle de Campoo de Suso, Enmedio, Reinosa y Santiurde de Reinosa.
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