El Hitón de Reinosa-Requejo

Annibal González de Riancho Mariñas

En un prado que se conoce con el nombre de "la finca del Hito" sobre el que pasa el linde de los municipios de Reinosa y Enmedio, entre la carretera antigua de Santander-Palencia y la nueva vía rápida que evita Reinosa, se hallaba pinada una piedra con forma antropomorfa y que tiene grabada una cruz.



Este hito/menhir lo vengo observando desde hace varios años, la foto 1, de no muy buena calidad, pues no se aprecia bien el hitón, está hecha sobre el año 1984: se ve que el arbusto es pequeño y esto permite ver la silueta de la piedra sobre la claridad del cielo. Sus medidas son 2,35 m. de alto con una circunferencia en la base de 1,70 m., en el cuello de 0,8 m. y en la cabeza de 1,2 m. tiene grabada una cruz en una de sus caras y cuando estaba pinado esta cruz tenía la orientación S-SE, sobresalía de la tierra 1,85 m. así que tenía enterrados 0,50 m.

Posteriormente, en el verano de 2002, observé que las obras de la autovía hacían peligrar la piedra e intenté moverla de sitio para evitar su pérdida -fotos 2 y 3-, pero llegué tarde, un día que iba a moverla, con la ayuda de M. Balbás, vecino de Requejo y que había puesto interés en ella, me encontré que las máquinas de las obras de la autovía al hacer la explanación de la calzada en el lugar que se encontraba la piedra, la habían tirado y no fui capaz de dar con ella, así que la di por perdida. Un día de esta primavera pasada, la de 2003, me encontré por casualidad con D. R. Bohigas Roldán y como tengo cierta confianza con él, le comenté el asunto; su respuesta fue inmediata: había que volver a buscar la piedra al lugar donde estuvo, y así lo hicimos. Nada más llegar encontramos la piedra que se encontraba tapada por unas hierbas y restos de materiales del cercado existente que la máquina había arrastrado conjuntamente y que había depositado en un talud de la finca; le tomamos unas fotos, le marcamos el lugar y D. R Bohigas dio parte a la Consejería de Cultura para que la piedra fuera salvada.

Si nos fijamos en la hoja 108 del 1/50.000 de la Dirección General del Instituto Geográfico y Catastral, veremos que hay varios lugares con el topónimo de hito. Así está al Oeste de Matamorosa "el Hito". Al Oeste de la senda que une Villaescusa con La Izara, nada más pasar el arroyo de Fuente Soto, se encuentra el lugar de " Piedrahita". Algo más al Sur de la carretera que conduce a Olea, hacia el kilómetro 6, sale a mano derecha según vamos hacia Olea un camino que se llama "Camino de Cantopinado". Estos tres lugares están unidos por una línea imaginaria con el hitón de Reinosa, pero es todavía más sorprendente que, si trazamos una línea que una los menhires de Valdeolea, esta línea pasa también por estos lugares reseñados.

No se sabe con certeza qué uso podían tener estas piedras en la antigüedad, ni siquiera si el uso era el mismo en los distintos lugares en los que se han encontrado; se puede pensar que eran marcas o señales de un territorio, de un camino o que eran lugares marcados porque tenían alguna propiedad: cementerios, yacimientos de minerales, lugar de una batalla... Lo que sí parece claro es el uso que se les ha dado en épocas recientes: sirven como señales de deslindes de municipios, de fincas o marcas de caminos.

Por el lugar donde se encuentra el Hitón de Reinosa, actualmente parece marcar el deslinde entre los municipios de Reinosa y Requejo, aunque también es cierto que por allí pasaba el antiguo Camino Real; también es verdad que la alineación antes dicha de los lugares de: "el Hitón de Reinosa", "El Hito", "Piedrahita", "Camino de Cantopinado", indica la dirección del paso de Somahoz, entrada natural de la cordillera por la que discurre una calzada romana que se adentra en la Cantabria trasmontana.

De los lugares antes mencionados, diré que hice una visita en agosto de 2003 y no vi nada de piedras ni de hitos en ninguno de los tres lugares que visité; posiblemente ya no existan o en el mejor de los casos están caídos y se podrían recuperar.

No se si tendrán relación estos hitos o cantos pinados con los de Valdeolea, pero están muy cerca y son muy similares. Lo cierto es que no debemos dejar que se pierdan por la desidia, el abandono o el desconocimiento, ya que forman parte de nuestro patrimonio cultural y de nuestra historia.