Cuaderno 31

Nuestras calles: Emilio Herrero

Francisco Altuna

Don Emilio Herrero Mazorra nació en Reinosa el día 31 de mayo de 1882, siendo hijo de don Emilio Herrero, médico cirujano, y doña Serapia Mazorra, ambos naturales de Saro, un bello pueblo situado en la comarca Pas-Iguña.

Estuvo casado con doña María del Rosario Maroto, teniendo fruto de su matrimonio ocho hijos: doña María Teresa, doña Emilia, don Jesús, doña Visitación, doña Josefa, doña María, doña Concepción y don Julián, y once nietos. 



 

Fue, este reinosano de "pro", un distinguido periodista que inició su labor profesional en 1905. No obstante, su afición literaria se manifestó en Sevilla siendo casi un niño, cuando estaba pasando una temporada en casa de su abuela paterna, doña Carolina Baldés, sevillana de nacimiento.

Los repatriados. El tren de los buenos

Demetrio Duque y Merino

Seguramente esta crónica se refiera al Desastre del 98. Las tropas repatriadas de Cuba llegaban por el puerto de Santander; esta crónica relata los hechos que se produjeron en la estación de Reinosa.

D. Demetrio Duque y Merino

Teodoro Pastor Martínez

Son los aniversarios motivo para homenajear a nuestros artistas y para recordar y recrearnos con sus obras.

En fechas recientes (1998) se celebró brillantemente el Centenario de la muerte de nuestro genial Casimiro Sainz.

"El Cincho" (La Población de Yuso) , un campamento romano de las Guerras Cántabras en tierras campurrianas

Manuel García Alonso

Descubrimos un espectacular recinto e iniciamos los trabajos.
Un recorrido con ánimo de fotografiar unos atrincheramientos de nuestra última Guerra Civil (LÓPEZ GUTIÉRREZ, 2001), durante el mes de julio de 2000, dio como resultado el hallazgo de un gran emplazamiento fortificado en altura, inédito hasta el momento en la historiografía arqueológica; esta circunstancia fue comunicada prontamente a la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria. En aquellos momentos ya contemplábamos la posibilidad de que se tratara de un importante yacimiento arqueológico, dadas sus características y tamaño. A la comprobación y a la verificación de esto se dirigieron entonces nuestros esfuerzos. Para ello solicitamos, el 2 de marzo de 2001, de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria la correspondiente autorización de un proyecto de intervención arqueológica.
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