Cuaderno 48

Campoo en los albores del Estado liberal (aproximación a la trayectoria político-administrativa de un territorio de frontera)

Manuel Estrada Sánchez

 
El 30 de noviembre de 1833, merced al decreto im­pulsado por quien a la sazón ejercía las funciones de Secretario del Despacho del Fomento General del Reino, cul­minaba la, en no pocas ocasiones pretendida y reiteradamente fracasada, racional vertebración de la estructura territorial de la monarquía, quedando España dividida en cuarenta y nueve pro­vincias. Un número de circunscripciones que se ha mantenido prácticamente inalterable hasta la actualidad, en tanto a esa ya lejana división promovida por Javier de Burgos solo se le ha ope­rado la modificación de 1927 por la que la única provincia ca­naria fue fraccionada en dos (1). Y, como es obvio, a este com­plejo proceso no fue ajena la nueva circunscripción montañesa.
 
Fue la de Santander una provincia que en su mayor parte, aunque en modo alguno en su totalidad, se asentó sobre el te­rritorio que en el Antiguo Régimen estaba encuadrado en un ám­bito geográfico conocido con acepciones diversas como podían ser las de Montañas Bajas de Burgos, Peñas a la Mar o Montañas de Santander.
 

Don Ángel de los Ríos: el sordo de Proaño

Jesús Martín de los Ríos

 
Cuando me pidieron hablar de D. Ángel de los Ríos, me preguntaba cómo un hombre que murió hace 107 años está todavía en la memoria de muchos campurrianos y montañeses, encontrando tres condicionantes que han contribuido a este recuerdo. El primero, la novela "Peñas Arri­ba" donde D. José María de Pereda le retrató magistralmente co­mo el "Sordo de Provedaño"; el segundo condicionante es su cultura y erudición, y el tercero, sobre todo en los campurrianos, su carácter.
 
Es difícil y me ha sido prácticamente imposible describir el carácter de Ángel, ya que he encontrado tantas contradicciones en su vida, que no sé cuál aspecto de su carácter prevalece. Se­rio, adusto, sensible, muy sensible, gran amigo de sus escasos amigos, siempre preocupado de servir a su país, pero con gran genio ante lo que él consideraba injusticias. En resumen, yo di­ría que fue un hombre bueno, esencialmente bueno, con un pronto o genio terriblemente duro.
 

Arqueología e historia antigua en la Hermandad de Campoo de Suso

Alicia Ruiz Gutiérrez

El término municipal de Hermandad de Campoo de Suso se encuentra en el centro del territorio que habitaron los antiguos cántabros, cuyos lími­tes geográficos eran considerablemente más amplios que los de la actual Comunidad Autónoma de Cantabria. Como ya es­pecificó el padre Enrique Flórez en el siglo XVIII (1), el solar de los Cantabri al que se refieren los autores de la Antigüedad se localizaba en el sector central de la Cordillera Cantábrica y coincidía, más o menos, con la región natural que desde la Edad Media se conoce con el nombre de "La Montaña".
 

Poder y nobleza en la región cantábrica: la formación de la élite política en Campoo en la Baja Edad Media

Jesús Ángel Solórzano Telechea

INTRODUCCIÓN
 
En el territorio de Campoo, durante los siglos XIV y XV tuvo lugar un importante proceso, que fue el re­sultado de la formación del Corregimiento de Cam­poo con sus hermandades y de una red de alianzas nobiliarias, basada en los enlaces matrimoniales. Para explicar este proceso es necesario, en primer lugar, exponer los distintos escenarios en que se desarrollaron los diversos ámbitos competenciales en el territorio campurriano entre los siglos X al XV; en segundo lu­gar, se atenderá a la forma en que se distribuyeron territorialmente los titulares de esos ámbitos de poder y los conflictos que suscitaron. En tercer lugar, las personas físicas y jurídicas que ejercieron distintas competencias en el territorio produjeron, en última instancia, la individualización de Campoo, así como de los diversos marcos de encuadramiento social (1).
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