Las ferrerías del siglo XVIII, precursoras de la moderna forja
Un paseo entre las doce esculturas que se encuentran en la ribera del río Ebro en pleno corazón de Reinosa da pie a la meditación acerca de la siderurgia en nuestra Merindad. Su creador, el escultor Agustín Ibarrola, junto con los profesionales del taller de gran forja de Gerdau, han reflejado las características físicas y la fortaleza de las gentes que trabajaron y forjaron el hierro.
Hacer la colada era una de las labores domésticas propias de la mujer y era una tarea ingrata y agotadora. Tenían que pasar horas lavando en las riberas de los ríos, arroyos, lavaderos públicos o privados, en los desvacíes de los molinos o en charcas de desagües de las fuentes del lugar. Todo ello a la intemperie y con las condiciones climatológicas que todos conocemos. Se les cortaban las manos de frío, lo que provocó numerosas enfermedades asociadas a esta labor.
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