Las ferrerías del siglo XVIII, precursoras de la moderna forja
Un paseo entre las doce esculturas que se encuentran en la ribera del río Ebro en pleno corazón de Reinosa da pie a la meditación acerca de la siderurgia en nuestra Merindad. Su creador, el escultor Agustín Ibarrola, junto con los profesionales del taller de gran forja de Gerdau, han reflejado las características físicas y la fortaleza de las gentes que trabajaron y forjaron el hierro.
El crecimiento de la población por la llegada de La Naval revolucionó el sector
A principios del siglo XX había un dicho popular sobre Reinosa que decía que sus lugareños comían pan de Hierro, carne de Gato y bebían vino de Pozo. Estos eran los apellidos de tres prestigiosos comerciantes de los muchos que se iban instalando en la floreciente villa, que se encontraba en pleno desarrollo por la creciente industrialización propiciada por pequeñas fábricas y artesanos.
El texto que sigue obedece a la colaboración que tuve en el ciclo que el pasado mayo nos propuso Cuadernos de Campoo1. El propósito era actualizar un somero catálogo de las «industrias» campurrianas del pasado. Revisar cuál es la situación actual de sus restos y calibrar su significación histórica.
La vocación eminentemente industrial de Reinosa parte del año 1917, en que se instaló La S.E. de C. Naval por razones estratégicas para la fabricación de armamento, estando la actividad local anterior basada más en el mercadeo, al ser Reinosa paso obligado desde Castilla al mar, para el movimiento de grano entre la meseta y la costa.
Mayo1805. Calle "principal" de la villa de Reinosa. En una casa de 40 pies de ancho y 200 de fondo, con habitación en alto y bajo, corral, caballería y pajar, lindante con otra del Marqués de Cilleruelo y con el río Ebro, conviven dos matrimonios cuyos hijos alcanzarán tan altísima relevancia social en la España del ochocientos como escasa memoria conservan hoy en su villa natal.
La siderurgia tradicional tuvo cierta importancia en Cantabria desde muy temprano (Alta Edad Media). El sistema empleado en las ferrerías consistía en cocer el mineral en hornos bajos, usando como combustible carbón vegetal. Al menos desde el siglo XV usaban ya la energía hidráulica para insuflar aire en el horno a través de fuelles y para mover un mazo que servía para golpear la llamada goa o zamarra, es decir, la masa pastosa de hierro que salía del horno tras la cocción; el martilleo servía para compactarla, liberarla de la escoria y darle forma.
Comentarios recientes