Puede resultar sorprendente pero en Campoo, en Reinosa mismo, existen cabañas que responden al tipo pasiego más acendrado. Los efectos de la emigración pasiega trasladaron el modelo de ocupación y explotación ganadera a lugares realmente muy fuera de su área compacta y más propia, los Montes de Pas. Así, encontramos fincas cerradas con cabañas pasiegas en las inmediaciones de Laredo, de Torrelavega y Corrales de Buelna (El Dobra), y también en Campoo como vamos a ver.
La flora de Campoo la estudiamos bajando desde sus cimas, siendo la más elevada la del Cuchillón (2 222 m), hasta las partes más bajas de los municipios de Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Enmedio, Reinosa y las Rozas de Valdearroyo. Una superficie de algo más 470 Km2.
Las investigaciones sobre la presencia judía en el Norte de España, la Sefarad de los sefardíes o habitantes judíos de nuestro país nos han aportado muchas informaciones sobre sus costumbres, modos de vida, oficios... Es tarea difícil condensar tantos años de existencia, unidos a tantos avatares, dificultades y fatal destino que les tocó vivir a estos judíos, pero intentaremos recorrer y resumir las etapas más fundamentales.
El primer dato que nos orientó hacia el hallazgo fue el topónimo "El Conventón" con que la tradición señalaba el sitio del yacimiento. Sólo por el nombre, el lugar estuvo siempre envuelto en misterio y cubierto de fantásticas ruinas" (Robles 1985, 202). "Los niños de Camesa y Rebolledo en nuestras escapadas a Mataporquera siempre aligerábamos el paso cerca de aquella loma... (Robles 1997).
La apicultura tuvo en tiempos pasados una notable importancia como complemento en la economía rural de subsistencia de Campoo. Repartidos por toda la geografía de la comarca, los colmenares formaban parte del paisaje y de la vida cotidiana, en ellos se colocaban las colmenas, conocidas con el nombre de dujos y hornillos.
Ana Belén Lasheras - Mª Eugenia Escudero - Isabel Cofiño
Lugares tan distantes geográficamente, como Couillet (Charleroi, Bélgica) y Campoo, acabaron acercándose por los avatares de una historia cuyos protagonistas fueron los hermanos Ernest y Alfred Solvay. En la localidad belga se estableció, en 1863, la primera fábrica de sosa Solvay, mientras que en la comarca campurriana se puso en práctica una iniciativa filantrópica a través de la fundación, en 1929, de una casa de reposo en Soto para los empleados de la fábrica de Solvay en Barreda.
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