En un prado que se conoce con el nombre de "la finca del Hito" sobre el que pasa el linde de los municipios de Reinosa y Enmedio, entre la carretera antigua de Santander-Palencia y la nueva vía rápida que evita Reinosa, se hallaba pinada una piedra con forma antropomorfa y que tiene grabada una cruz.
Santiago Delgado Rodríguez - Julio Manuel De Luis Ruiz
INTRODUCCIÓN Y OBJETO
La comarca de Campoo aunque quizás no tenga la tradición minera que puedan tener otras comarcas vecinas como pueden ser Barruelo de Santullán con la minería del carbón, Torrelavega con la minería del zinc o Mataporquera con las explotaciones de caliza para su cementera, sí que es cierto que a lo largo de los años ha desarrollado una minería, de tamaño generalmente reducido, pero suficiente para poder extraer del subsuelo las materias primas existentes en él. La obtención de materia prima constituye la base para el desarrollo económico, industrial y social de las comarcas en general y en Campoo aunque la minería no es tan relevante como puede ser en otras comarcas, por lo menos sí contribuye al sostenimiento del desarrollo local.
La Gala de las Justas Literarias, presidida por la Reina y Damas de las Fiestas de San Mateo, que se celebra en el Teatro Principal, marca el inicio de estas fiestas de Reinosa y constituye una de sus señas de identidad, junto al desfile de carrozas y el Día de Campoo. Este Certamen Poético es uno de los más antiguos de cuantos se convocan actualmente en España.
El aire de misterio y de secretismo que envuelve a todo lo relacionado con la masonería se extiende también a las actividades y presencia de logias en Cantabria, tierra en la que, a pesar de algunos impresos realizados en Santander por los propios masones a finales del siglo XIX, prácticamente no existe ningún estudio que explique cuál ha sido su grado de implantación y las actividades que puede haber llevado a cabo en esta tierra.
Entre los muchos temas musicales que todavía quedan por investigar quizás sean los manuscritos musicales utilizados como cubiertas de encuadernación uno de los más ricos y de los menos estudiados. Su importancia reside, en que son los únicos documentos que nos permiten conocer la penetración y la implantación del canto gregoriano en Cantabria y en Campoo.
En este trabajo pretendo hacer algunas reflexiones acerca de los significados del don y el contradón en las comunidades rurales tradicionales. Para ello estableceré las conexiones existentes entre la lógica del don y el contradón y lo que en otro lugar he denominado la "lógica social del complejo doméstico-comunitario" y su correspondiente "subsistema simbólico-ideacional'' (Montesino, 1995a), sobre los cuales, a mi juicio, se asentaban las formas locales de explotación y sus fundamentos productivos y reproductivos, así como los vínculos morales y sociales de las personas y los grupos domésticos que conformaban el tejido comunitario de las comunidades rurales de la Cantabria tradicional y, por consiguiente, también del ámbito campurriano, durante la primera mitad del pasado siglo, período en el que los vestigios del viejo orden tradicional existentes en el nivel microsocial aún coexistían con los cambios macrosociales que se estaban produciendo en los espacios agrarios como consecuencia de los procesos de modernización e inserción (subsundón formal y real) de la agricultura tradicional en el nuevo modelo capitalista de desarrollo agrícola.
A mediados del siglo XVIII, coincidiendo con los reinados de Fernando VI y Carlos III. Reinosa se beneficia de los planes e infraestructuras con los cuales los ministros ilustrados de los Borbones querían articular el país. El impulso decidido de las obras públicas comprendía tres aspectos: puertos, carreteras y canales: era la "revolución de los transportes" en palabras del que fue ministro de Hacienda, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada.
Salas de barquines y del mazo. Ceballos Cuerno, 1999
INTRODUCCIÓN
Las ferrerías eran unos establecimientos donde se elaboraba el hierro de forma artesanal siguiendo el denominado "método directo", al igual que en la mayor parte de las dispersas por Cantabria y España, hasta su cierre definitivo estimado documentalmente en nuestra región en 1875. Método que consistía, básicamente, en mezclar vena o mineral de hierro, lo más triturado posible, con carbón vegetal, en un horno que alcanzaba unos 1.200 °C. En él se colocaban capas alternas de combustible y de vena, y una vez finalizado el proceso de fundición, se forjaba sobre el yunque obteniéndose un hierro de bajo contenido en carbono, maleable, fácil de manipular y de muy buena calidad, aunque caro, era el "hierro dulce" (Ceballos Cuerno, 2001.137 y ss.).
Dentro de Campoo e integradas en una de las siete hermandades de concejos en que se dividió este territorio histórico, nos encontramos con las entidades de población ubicadas en el valle de Valdeolea. Prescindiendo de la existencia de poblados en la zona ya en épocas anteriores a la alta Edad Media, constatada por las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en Camesa-Rebolledo y otros parajes del Valle, el origen de la inmensa mayoría de estos núcleos de población, tal como han llegado configurados a nuestros días, ha de situarse dentro del fenómeno de la repoblación que tiene lugar entre los siglos X al XIII. Todos surgen en torno a iglesias o ermitas y la mayor parte de estos poblados se identifican, en la nomenclatura eclesiástica, con sendas feligresías o parroquias. Debido también a su origen cronológico, en sus iglesias parroquiales predomina el estilo románico (Hoyos, San Martín de Hoyos, Mata de Hoz, Olea, Las Henestrosas, Las Quintanillas).
Seguramente esta crónica se refiera al Desastre del 98. Las tropas repatriadas de Cuba llegaban por el puerto de Santander; esta crónica relata los hechos que se produjeron en la estación de Reinosa.
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