Este artículo quiere mostrar una visión forzosamente genérica de Reinosa en 1930. ¿Por qué este año en concreto? Desde el punto de vista político dibuja un momento de transición, mudanza y "crisis" previo a la Segunda República. La ciudad vive por otro lado un periodo de pujanza; en este lapso de tiempo inician su actividad en nuestra ciudad la empresa Cenemesa, Alfa y los Padres Carmelitas, entre otras entidades significativas por diversos aspectos. Comenzó -al igual que el actual- con frío y abundantes nevadas, (1)
"Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia". Carta del indio Sealth al presidente de los Estados Unidos (1855)
"¡Ya no nieva como antes!" (Dicho popular campurriano)
INTRODUCCIÓN
Las investigaciones sobre los habitantes paleolíticos de Campoo no son muy antiguas. Comenzaron a finales de la década de los años 80 del siglo pasado, cuando se pusieron en marcha las primeras campañas de prospección de las terrazas cuaternarias de los ríos campurrianos (foto 1).
Nombrar la realidad la delimita y la hace manejable para quien la nombra. El espacio, como una parte básica de esa realidad -una parte indudablemente importante para el hombre pues de allí proceden todos los recursos que le permiten desarrollar su vida personal y comunitaria- también debe ser nombrado. El espacio que carece de nombre no existe como categoría mental de análisis, por tanto no existe "realmente" para el grupo humano que allí vive. La toponimia documenta y estudia los nombres de lugar, los cuales constituyen una apropiación mental del espacio con un elevado contenido social, ya que el manejo del espacio, en este sentido, resulta no solo necesario sino imprescindible para quienes viven de él.
No es éste el lugar para esbozar un estudio exhaustivo de historia local, especialmente si se pretende dar una visión global de todos los aspectos que configuraron la vida de una institución tan determinante como lo fue la Iglesia en los siglos XVI a XVIII en toda la Corona de Castilla, en general, y en la zona campurriana particularmente. Hemos subtitulado estas notas intencionadamente como "apuntes para una interpretación" por considerar que es lo más valioso que podemos ofrecer en estas circunstancias: no se trata de presentar meros datos, o curiosidades sobre una comarca determinada en los siglos del pasado, sino más bien de utilizar los mismos para entender, inductivamente, las realidades generales a partir de las concretas.
En los últimos años han surgido, casi desde la nada, personas aisladas o en colectivos, organizadas jurídicamente como empresas o como autónomas, que partiendo de una formación universitaria en Historia desarrollan en el mercado laboral de la Comunidad Autónoma de Cantabria, los servicios de asistencia técnica en Arqueología. Esta novedosa práctica de la actividad arqueológica posee diversas denominaciones, que en mi opinión, ninguna de las cuales resulta idónea: Arqueología de Gestión viene siendo la denominación más usual, obviando que otros sectores, como es la propia administración, realiza y ejecuta actuaciones de gestión del patrimonio arqueológico.
Siempre ha producido extrañeza, curiosidad e interés el hecho de que el Imperio Romano se acostara un día pagano y perseguidor de la Iglesia, y al día siguiente se despertara cristiano. Esto ocurría tras la victoria de Constantino frente a Malencio en la batalla de Puente Milvio el año 312. En realidad, los hechos no fueron tan sencillos y esta visión histórica, que aparece en algunos libros, no es más que una burda simplificación de una serie de acontecimientos mucho más complejos.
Entre 1844 y 1928 se produce en la comarca de Campoo la mayor concentración de fábricas de vidrio que se ha conocido en España. Comienza en 1844, en Las Rozas, con la fábrica de La Luisiana y en los años posteriores se va extendiendo aotros pueblos de la comarca. En 1870 se abre La Cantábrica, en Arroyo; en 1871, la fábrica Santa Clara en Reinosa; en 1905, Nuestra Señora de Guadalupe en Mataporquera y, en 1906, la vidriera de Arija. Pero su importancia no se debe sólo al número de fábricas y la excelente calidad de su vidrio, sino que en algunos momentos destacaban éstas también por la cantidad producida: en 1881, La Luisiana y La Cantábrica generaban más de una tercera parte del total del vidrio nacional; en 1884, la producción de Santa Clara equivalía a más de la mitad de las importaciones de Francia y Bélgica.
La unidad administrativa del municipio de Valdeprado del Río, con su actual ámbito territorial y jurisdiccional, es una institución que cuenta sólo con poco más de 135 años de existencia. Nació en 1868 como resultado de la fusión de dos ayuntamientos anteriores e independientes el uno del otro: el de Los Carabeos y el de Valdeprado. Ambos habían sustituido, a su vez, en el primer tercio del siglo XIX, a sendas instituciones administrativas vigentes a lo largo del Antiguo Régimen: la Hermandad de Los Carabeos y la Hermandad de Valdeprado. Tras la unión de ambos antiguos ayuntamientos constitucionales en el actual de Valdeprado del Río, su capitalidad radicó en el lugar de Valdeprado hasta 1873, año en que, por medidas de seguridad y mayor equidistancia de los pueblos, la casa consistorial se trasladó al barrio de Arroyal, en Los Carabeos, donde perdura en la actualidad.
El presente trabajo se ha realizado gracias a la labor callada y minuciosa del investigador Teodoro Pastor. Todos los datos que aparecen en esta historia de la Música de Campoo, se los debemos a él, que con la paciencia y entusiasmo ha elaborado un listado de asociaciones, grupos musicales y músicos que nos permiten conocer la riqueza musical de Reinosa. Desde estas pequeñas líneas quiero agradecerle su generosidad y todas sus aportaciones.
La comarca campurriana aún conserva, en los inicios del siglo XXI, el valioso patrimonio oral. Y, concretamente, una de sus páginas más importantes: el Romancero. Si bien en otro momento tuve la oportunidad de reseñar la importante contribución de Campoo a la tradición oral (Valiente, 2003), ahora es el turno de sus protagonistas. Se presenta a lo largo de las páginas sucesivas uno de los romances más difundidos en España. Se trata del romance-tipo "Virgen Pura", conocido tradicionalmente como "La Virgen y el Ciego" o "La fe del ciego".
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