"Corría el año de 1899 cuando sonó en el reloj de los destinos eternos la hora de que viniera al mundo este mísero mortal y se inscribiese con todas las de la ley en el inmenso padrón de la Humanidad..."
Así comienzan las notas biográficas que "El Duende de Campoo" escribiera, casi con toda seguridad en el año 1924, a punto de terminar su carrera eclesiástica, y que recogen sus 25 primeros años de vida, bajo el título COSAS MÍAS. DE RETAZOS Y A PUNTADAS.
Os hablo aquí del tiempo en que, siendo muchachos, íbamos a la escuela; del tiempo que querríamos volviese, pero que es imposible. De las ilusiones, de las esperanzas que llevábamos en el corazón; de nuestra inocencia; de las luciérnagas, que creíamos estrellas, porque era muy pequeño nuestro mundo y estaba muy bajo nuestro cielo.
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